Expectativa por ensayo de vacuna contra coronavirus
Investigación china abre vía a la fabricación de fórmulas en el país, dicen expertos
La participación de Ecuador en el ensayo clínico de una vacuna contra el coronavirus provoca expectativa. Expertos aseguran que es una oportunidad para fortalecer la investigación y, a futuro, apostar por la fabricación de fórmulas para el país y la región.
Desarrollada por el laboratorio chino Anhui Zhifei Logcom y el Instituto de Microbiología de la Academia de Ciencias, la dosis que se probará en los ecuatorianos superó los ensayos clínicos de fase uno y dos.
En la primera se aplica la fórmula a un pequeño grupo de no más de cien voluntarios, para evaluar cuán segura es y confirmar la respuesta inmunitaria (anticuerpos). En la segunda participan unos 500, para investigar más a fondo.
En la tercera fase, que se realizará en el país, se vincula a entre 1 000 y 6 000 ciudadanos.
Aellos se le administrará una fórmula al azar. Unos recibirán la sustancia original y otros, un placebo (sin acción curativa). Los médicos monitorearán si la dosis es efectiva y segura.
Carlos Cepeda, pediatra de 38 años, quiere vincularse a esta experimentación. Días atrás recibió un correo, se le invitó a llenar un cuestionario para participar. Era una prueba, dice la empresa Biodimed, encargada del estudio en Ecuador.
“Me preguntaron sobre mi estado de salud. Si nos entregan toda la información y medidas de seguridad, aceptaré”.
Para Katherine Simbaña, investigadora de One Health Research Group, de la UDLA, el estudio podría “marcar un precedente” para la realización de más investigación en el país.
“Los análisis deben hacerse con la evaluación de un comité de bioética nacional”.
Para Jhommara Bautista, ingeniera en biotecnología, “esto nos abrirá las puertas para crear futuras redes de investigación e, incluso, aprender más sobre su fabricación. Tenemos el conocimiento y los científicos para hacerlo”.
La semana anterior, el ministro de Salud Pública, Juan Carlos Zevallos, señaló que se iniciaron conversaciones para la transferencia de tecnología. La finalidad es elaborar estas y otras vacunas en el país.
Para Fabricio González, docente investigador de la Universidad Central, la fabricación se logrará si los chinos comparten sus conocimientos con los ecuatorianos: maquinaria, reactivos, etc.
Pero advierte que el precio de instalación de un centro de producción es muy alto. Argentina destinó algo más de USD 50 millones. “No se sabe si Ecuador pueda desembolsar ese dinero”. González, además, recuerda que el país ha tenido una escasa participación en estos estudios. En el mundo hay más de 300 000.