VOZDEGANADOR
ZAMORANO LIDERÓ UNA NOCHE LLENA DE EMOCIONES EN SU CHARLA DE AYER CON LA AFICIÓN SALVADOREÑA.
El fútbol fue una oportunidad de la vida. Me dio una oportunidad de crecer”. Así inició su ponencia Iván Zamorano, exfutbolista chileno del Real Madrid, Inter de Milán y la Roja, ayer.
Zamorano, “Bam Bam”, como se le apodó en su época de futbolista, en los noventa, contó sus anécdotas ante un buen marco de público.
Entre quienes se hicieron presentes al evento figuraron Sebastián Abreu, jugador de Santa Tecla; Ramón Maradiaga, técnico de la Azul; y Gilberto Yearwood, asistente de la Azul mayor.
Siempre hay que luchar. Ese es el mensaje que repitió constantemente el máximo goleador de la liga española en 1995, campeón de Copa UEFA con el Inter dos años después y mundialista en Francia 1998.
El evento, patrocinado por El Gráfico, resultó multitudinario. Finalmente se contaron con los dedos de una mano los asientos vacíos.
“He venido a triunfar. Yo confiaba en mis condiciones. Confiaba en mis posibilidades, por eso, cada uno de ustedes deben creer en sí mismos”, recomendó Zamorano a los espectadores.
Para el exgoleador de la Roja, la familia es la base del éxito. “Sin mi familia no hubiera llegado adonde estoy. Mi mujer y mis hijos me dan la fuerza para enfrentar nuevos desafíos”, explicó.
El compañero de fórmula de Marcelo Salas hace 16 años mencionó que su máximo logro fue llegar al Real Madrid. Recordó que se encontraba en el matrimonio civil de su hermana, cuando le dijeron que se había convertido en jugador merengue. “Fue toda una locura. Al final no se celebraba el casamiento de ella, sino mi fichaje por el Madrid”, recordó con alegría. Y así, entre anécdota y anécdota, Zamorano hizo gol.
Uno, cuando ve a Cristiano y que se queda ese segundo de más en el aire, yo si tenía alguna virtud era eso: quedarme un poquito más en el aire para meter ese frentazo y ganarle a los defensores que eran más grandes que yo. Cuando veo a Cristiano, me genera ese recuerdo”.
$99 millones y Pogba por $120 millones. ¿Qué piensa de esas cifras?
Las cifras están desorbitadas; si los clubes las pagan es porque los jugadores lo valen. A mí me hubiera encantado nacer en esta época. No sé cuánto valdría, pero me hubiera encantado, de verdad.
En cuanto a selección, ¿qué piensa cuando se compara a esta generación con la que usted fue parte?
No me gustan las comparaciones. Para mí son odiosas cuando te preguntan Messi o Maradona, Pelé o Maradona. Uno tiene que disfrutar. Los que amamos el fútbol las disfrutamos. Comparar es absurdo. Yo creo que esta es una de las mejores generaciones en la historia del fútbol chileno y nos sentimos tremendamente orgullosos de ella.
A futuro, ¿se ve como entrenador?
Tengo el carné, he recibido ofertas. En algún momento seguramente asumiré el rol, el desafío, de entrenar algún equipo y lucharé por ser el mejor. Me gustaría dirigir a los equipos que jugué.