Hasta en el mar la pintura influye en la durabilidad
El fuerte sol, las constantes lluvias, líquidos derramados en al agua o hasta el salitre, hacen imprescindibles soluciones en pinturas para navieras que ayuden a proteger sus estructuras.
Actualmente, existe una gran variedad de usos de recubrimientos para estructuras marítimas, que va desde la necesidad de un buen anti-corrosivo hasta la de un anti-incrustante. Este último previene que organismos marinos se adhieran a la superficie del barco.
Por eso, el mercado ha ampliado su oferta en este campo, con amplia variedad de soluciones para la protección de estructuras que se encuentran expuestas a brisa en ambientes marinos y zonas de splash.
Por ejemplo, los sistemas de productos diseñados para inmersión en agua salada que le prevén a la superficie una excelente protección anticorrosiva, prolongando su vida útil sin añadir contaminantes nocivos al ambiente, como los incluye la “Línea Industria / Protective & Marine Coatings”, de Sherwin-Williams de Centroamérica.
Por otra parte, “existen recubrimientos que reducen la abrasión y los impactos en una mar que puede estar rodeado de escombros o recubrimientos que reducen la fricción y de esta manera permiten un ahorro en combustible”, explica Jesús Mejía, gerente comercial de Pinturas Americanas, en Honduras.
Otras novedades incluyen, en el caso de los Antifoulings, los acabados a base eslatómero de SILICON de la Serie Sigmaglide, los cuales proporcionan más tiempo de vida y son libres de biocidas.
Los Tie-coat, por su parte, son primarios Epóxicos intermedios que nos permiten tener más tiempo para aplicar la primera capa de Antifouling. Los Polisiloxanos de altos sólidos patentados, como PSX-700, son lo último en innovación para los costados de embarcaciones,
Los expertos recomiendan inspecciones, cada período establecido, a las estructuras marítimas y navieras.