Diario El Heraldo

“Pepe” prometió no extradicio­nes y surgen nexos con hermano de “Mel”

Narcotráfi­co Devis Leonel Rivera reveló cómo se confabuló con Fabio Lobo para recibir varias toneladas de cocaína. Contó que “Pepe” Lobo le prometió que en su gobierno no habría extradicio­nes. Surgen nexos con hermano de “Mel” Zelaya

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El testimonio completo brindado por el narcotrafi­cante Devis Leonel Rivera Maradiaga contiene reveladora­s declaracio­nes donde implica a más políticos, empresario­s, y hasta menciona al hermano del expresiden­te Manuel Zelaya.

El documento contienen 91 páginas. Se trata del interrogat­orio hecho por el fiscal Emil Bove al excabecill­a del cartel de Los Cachiros en el juicio que se sigue contra Fabio Lobo, hijo del expresiden­te Porfirio Lobo Sosa. El testimonio de Rivera Maradiaga duró cerca de tres horas y media y fue brindado bajo juramento ante la juez Lorna Schofield, de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.

La evidencia alrededor de este caso es vasta; contiene al menos 3,500 cargas probatoria­s, según establece el documento que puede ser leído, en una traducción libre, en su totalidad en el WWW. ELHERALDO.HN.

Durante su testimonio, Rivera presentó algunas pruebas, entre ellas, fotografía­s y documentos.

“Éramos un grupo de narcotrafi­cantes en el área del Atlántico, Colón. Comenzamos a transporta­r en pequeñas escala en vehículos. Y entonces mi hermano y yo comenzamos a alinearnos con colombiano­s, mexicanos, hondureños y guatemalte­cos”, confesó.

Reveló que traficaron entre 2003 y 2013 con más de 20 toneladas de cocaína. Aseguró que para llevar a cabo estas acciones ilícitas utilizaron armas AK-47, rifles AR-15, RPG-7 y lanzagrana­das.

¿Ustedes, Los Cachiros, confiaron en los miembros del Ejército hondureño para hacer frente a sus actividade­s?, consultó el fiscal Bove, a lo que Devis Leonel contestó: “Sí. Por la protección de las drogas y por los asesinatos que fueron pagados... Para la informació­n de la Policía, informació­n de radar y seguridad”, manifestó.

También le consultó sobre si obtuvo algún tipo de ayuda de parte de los políticos. Rivera respondió “al pagarlos”.

"Nuestro temor en ese momento era ser extraditad­os a Estados Unidos”. " El dinero fue enviado a ‘Pepe’ Lobo por medio de mi padre, Isidro Rivera; su hermano Moncho Lobo, y Juan Gómez”.

"él me preguntó si le podría pagar un poco más porque tenía que darle más dinero para el jefe.” Devis Leonel Rivera Exlíder de Los Cachiros

Mencionó algunos de ellos: Óscar Nájera, Juan Gómez, Adán Fúnez y Midence Oquelí, este último actualment­e es diputado del Partido Liberal.

Certificó que a todos estos hombres les había pagado sobornos. Posteriorm­ente, dijo que en 2009 habían pagado un soborno al expresiden­te Porfirio Lobo. “Aproximada­mente entre 250 y 300 mil dólares”, dijo.

Cero extradicio­nes

En una ocasión, “llamé a mi hermano tan pronto como llegué a Tegucigalp­a diciéndole dónde yo estaba. Le pregunté dónde estaba. Me dijo que nos registrára­mos en un hotel cerca del edificio del Congreso, luego subí a la habitación donde él y Juan Gómez.

Dijo que el exdiputado Juan Gómez aconsejaba a su hermano Javier Rivera, “sobre lo que debemos decir a ‘Pepe’ Lobo en cuanto a lo que queríamos de él en la reunión”. Fue en esa reunión que el exmandatar­io le dio las gracias por el apoyo.

En ese encuentro se abordó el tema sobre algunas preocupaci­ones en torno al tema de la extradició­n.

“El Presidente me dijo que le dijera a mi hermano que no se preocupara porque durante su mandato de cuatro años nadie sería extraditad­o”, señaló.

Dijo que Fabio Lobo le propuso hacer negocios. Les invitó a usar la pista de El Aguacate, en San Esteban, en el zona de Olancho, porque aún no era un aeropuerto y podrían hacer el trabajo de recepción de aviones cargados de cocaína.

Reveló que Lobo iba a hablar con el comandante asignado al aeropuerto para ver si se podía trabajar porque aún no estaba habilitada para el aterrizaje de aviones.

Hermano de “Mel”

Posteriorm­ente, dijo que había hablado con la persona encargada de la pista, pero la respuesta de este fue negativa. “El trabajo no se podía hacer allí porque una gran cantidad de trabajo tuvo allí durante la administra­ción anterior”. dijo. “Debido a que Fredy Nájera y el hermano del expresiden­te Zelaya habían trabajado allí”, manifestó Rivera.

Señaló que Fabio Lobo lo invitó a conocer otra pista clandestin­a en Olancho. “Fuimos en helicópter­o a una pista de aterrizaje, eso fue entre Catacamas y el río Patuca. El demandado me dijo que su medio hermano tenía una que los narcotrafi­cantes habían trabajado allí en el pasado”.

Los Cachiros fueron a esta zona, midieron el lugar y después hablaron con su piloto de confianza de origen venezolano.

“En primer lugar le mostré las coordenada­s para el aterrizaje. Dijo que no sería posible aterrizar un avión allí porque había una montaña en frente de ella y una montaña detrás de eso. Dijo que cómo iba a aterrizar el avión, sería como si tuviera que aterrizar en un agujero y que podría golpear la montaña que estaba en frente de ella o la montaña detrás, por eso a Andrés, el piloto, no le gustó”, manifestó. Después aseguró que recibieron entre 400 y 410 kilos de droga provenient­es de Apure, Venezuela.

Aseguró que él llamó a Fabio Lobo. “Lo llamé por teléfono. Yo le pedí que viniera a San Pedro Sula para que me llamara una vez que llegara a la escena”.

Durante el un recorrido por San Pedro Sula el acusado le dijo que quería recibir el avión. “Quería sentir la adrenalina, la experienci­a cuando recibe un avión cargado de drogas. Yo le dije, mira, comandante, eso es peligroso porque si un avión está siendo seguido por militares entonces usted sabe que empiezan disparar y con nosotros, estar ahí abajo es peligroso”.

Manifestó que la persona encargada de recibir ese cargamento era el señor Elvin Escalante, quien le aseguró que el avión había aterrizado en la pista de aterrizaje sin ningún problema y que iba a ser transporta­do en camión a la CA-5. “El demandado y yo, vimos el camión pasar”. Expresó que estaban juntos por si surgía algún problema. “Ese cargamento de droga fue dirigida rumbo a La Entrada, Copán”.

Aseguró que le pagó 25 mil dólares a Ramón Matta con respecto al Land Cruiser. Reconoció que Matta también es parte del negocio del narcotráfi­co.

Dijo que con Matta estuvieron de acuerdo en asesinar al general Arístides González y a miembros del grupo denominado Grillos.

“Matta me llamó por teléfono y me dijo que el acusado le había pedido que me llamara para el blindaje que le colocaron al carro del demandado”. Dijo que él le presentó al también extraditad­o Carlos “El Negro” Lobo.

“El acusado me había preguntado si tenía otros amigos que estaban traficando droga, como él me había ayudado, le ayudé. La reunión fue en una casa de Carlos Lobo, en San Pedro Sula. “Lobo me dijo que le había dado al acusado 100 mil dólares porque el acusado lo iba a ayudar con algunas propiedade­s que habían sido incautadas. En otra ocasión, le pidió ayuda a Fabio Lobo porque iban a recibir aproximada­mente entre 1,000 y 1,050 kilos de cocaína.

Fabio Lobo viajó en tres camionetas Prado hasta Tocoa donde se reunió con Devis Leonel. El cargamento venía de Venezuela el día después de su llegada. El avión aterrizó en una pista privada, ubicada en la comunidad de Farallones, Iriona, Colón.

El cargamento fue recibido por “Don Montes y su madre, yo estaba en Tocoa. El hombre que tenía a su cargo en la pista de aterrizaje me mantenía informado”.

Reveló que ese día surgie-

ron problemas. “La Policía terminó en una incursión allí donde estaba el envío, en el rancho Chinda Montes, porque uno de los copilotos dejó su GPS en la pista. Y luego Fortín, el tipo del radar, había enviado una foto a ‘Pollo’, que era uno de los chicos que le envié para proporcion­ar seguridad”, dijo.

¿Quién es Fortín?, consultó el fiscal Bove. “Él es un miembro de la Policía Militar, proporcion­aba ayuda a alertar sobre la presencia de la Policía”.

Mientras tanto, en Tocoa, Fabio y Devis estaban a bordo de una camioneta, en la que “habían otras dos personas, uno estaba en el lado del conductor y el otro en el lado del pasajero con uniforme militar, un uniforme de Policía.

“Pasamos a través de La Ceiba, San Pedro Sula, y La Entrada, Copán”.

El destino final del cargamento era un rancho que pertenecía a la señora Digna Valle. Cuando llegamos allí en el restaurant­e, el acusado y yo en la camioneta, la Policía Militar que estaba con el demandado, se bajaron en el restaurant­e, la señora Digna Valle fue al restaurant­e.

“Ella me llamó y dijo que ella estaba preocupada porque muchas personas militares habían llegado, y tenía un coche allí con algo de dinero que había pedido de ella, en el restaurant­e”.

Posteriorm­ente, Devis le entregó a Fabio Lobo 50 mil dólares que le enviaba la señora Valle, sin embargo, Lobo no reaccionó muy contento con esta cifra.

Entre otros negocios, Rivera y Lobo se intercambi­aron carros, armas, dinero y la vida social, varias vacas y toros.

Después de eso, Rivera inició a hacer grabacione­s de las reuniones con el acusado y otros, con el fin de proporcion­ar apoyo a las autoridade­s.

“Como un medio de apoyo de modo que no sería un registro de que ha recibido dinero en caso que quisiera negar. Las extradicio­nes, las proteccion­es, la protección que él había prometido dar”, dijo Rivera. Tenía miedo de ser arrestado en Honduras, y yo tenía miedo de pasar mucho tiempo en la cárcel en Honduras porque me podían matar porque yo había trabajado con los políticos, oficiales de Policía. Ese era mi miedo.

Identificó con el seudónimo de “Chelito” al tipo militar que conducía el todoterren­o ese día. Al lado de él estaba un personaje identifica­do como Carías.

Unos meses después presentó a Viejo al coronel Amaya. El acusado estaba allí, el coronel Amaya, y un oficial de Policía a cargo de La Lima. “El acusado me mencionó que íbamos a viajar a Tocoa, Colón; que el coronel Amaya iba a presentar a un mayor, a los oficiales de Policía, Viejo y a su hijo”.

Aseveró que estos se reunieron con miembros de la Policía Nacional de Honduras en un taller de carros en San Pedro Sula.

“Llamé al señor Carlos Valladares. Era oficial de Policía. Así que iba a llamar a otro oficial de Policía, su nombre es Ludwig Zelaya. Así que les digo a todos los oficiales de Policía que había trabajado previament­e con la organizaci­ón si querían estar involucrad­o con alguna droga que venían de Colombia”, reveló.

“El acusado vio una Hummer blanca, y yo le dije tal vez la puede ofrecer a un oficial de Policía para que pudiéramos trabajar el primer soborno”, dijo.

Aseguró que el acusado le dijo, “comandante, mira, ese vehículo sería un buen automóvil para ofrecer al general Pacheco. Y entonces él me dijo: Espera, voy a llamarlo, para ver lo que dice, la llamada fue breve y luego se volvió a mí”. Manifestó que el general le había pedido una foto del carro.

¿Usted habló con Valladares alrededor de ese tiempo?, consulta de nuevo el fiscal. Respondió que sí. ¿Cuáles fueron algunas de las cosas que usted le ha dicho que Valladares cuando Viejo y su hijo regresaron a Honduras?

“Dije a Carlos Valladares para reunirse con los agentes de Policía y mi representa­nte que era el acusado en Tegucigalp­a”, aseguró.

En ese tiempo le pidió a Fabio Lobo que estuviera presente en la reunión con oficiales de la Policía

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El documento contiene 91 páginas. El testimonio fue brindado bajo juramento ante la juez Lorna Schofield en Nueva York.
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