Llaman a la calma
La canciller alemana, Ángela Merkel, se opuso ayer a cualquier “solución militar” en Corea del Norte y denunció la actual escalada verbal entre Pyongyang y el presidente Trump, que amenaza con recurrir a las armas. “No veo una solución militar a este conflicto”, dijo Merkel ante la prensa en Berlín.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, advirtió de que el riesgo de escalada en la crisis entre Estados Unidos y Corea del Norte era muy alto. “Los riesgos son muy altos. Hay amenazas directas del uso de la fuerza”, declaró.
China, principal apoyo de Corea del Norte, se mantiene al margen en la escalada retórica entre Pyongyang y Washington, sin tomar partido por ninguno de los dos. En plena guerra retórica con Kim Jong-un, Trump volvió a señalar la responsabilidad de Pekín. En respuesta, Pekín incitó a “todas las partes” a “dar muestras de prudencia”.
La canciller canadiense Chrystia Freeland condenó las recientes acciones del régimen norcoreano, afirmando que su programa nuclear representa “una seria amenaza al mundo”, al tiempo que abogaba por reducir la tensión. “Es inaceptable”.