Salarios y horarios
De acuerdo con la lógica laboral, los salarios deben ser ajustados a los horarios. La jornada laboral en Honduras, que reza desde el año 1959 el Código del Trabajo, es de 8 horas diarias y todo trabajo fuera de este espacio estipulado debe de ser remunerado como horas extras; pero actualmente los salarios se han achicado y los horarios alargado, pues es normal la jornada de las 12 horas y sin derecho a algún plus. Muestra de este fenómeno laboral es que antes el salario mínimo era para obreros y campesinos, pues los profesionales de diversos campos se cotizaban mejor y los empleadores pagaban un justo pago de acuerdo con sus conocimientos. Actualmente, el salario mínimo es de 8,845.00 lempiras al mes. La mayoría de la masa trabajadora gana menos de esa cantidad y se ha vuelto común que profesionales egresados de educación superior, hombres y mujeres, laboren por esta incómoda y ofensiva cantidad. Los empleadores aprovechan la gran demanda de profesionales de las universidades públicas y privadas y las escasas ofertas de plazas vacantes. La crisis del desempleo obliga a estas personas a aceptar esos bajos salarios con altos horarios, pues las jornadas semanales de lunes a viernes o al sábado al mediodía desaparecieron. Los horarios semanales son de lunes a lunes con el derecho de un día libre, que la empresa lo dispone, los domingos familiares desaparecieron y hay empleadores, incluso extranjeros, que no respetan ni los días nacionales feriados. En el año 2000, países asiáticos impusieron en Latinoamérica y recomendaron que para que un país prospere hay tres palabras claves: Trabajar, trabajar y trabajar, pero se olvidaron recomendar que también hay tres palabras claves para motivar a los trabajadores: pagar, pagar y pagar en un país llamado Honduras.