Audemars Piguet,
pero, al inyectarle esta sensibilidad femenina, la gente podrá observar una nueva faceta”,
ple vista. Esta genial reinvención enriquece la tradición de Audemars Piguet de experimentar con las técnicas de alta joyería. El rasgo distintivo del Royal Oak Frosted Gold reside en su esplendor, que, a su vez, se debe a un tratamiento de la superficie procedente de un antiguo proceso de orfebrería, conocido como técnica florentina. Este acabado se emplea desde hace décadas en los talleres de Carolina Bucci, principalmente en piezas pequeñas. Consiste en golpear el oro con una herramienta con punta de diamante para crear minúsculas hendiduras en la superficie, lo que le aporta un efecto brillante similar al de las piedras preciosas, como el polvo de diamante.
El reto para los artesanos de Audemars Piguet consistió en aplicar esta técnica de tratamiento de la superficie a toda la caja y a la pulsera del reloj, sin alterar las líneas clásicas que definen al Royal Oak.
La colaboración de Carolina Bucci con la casa relojera fue más que puntual, pues logró imprimir al Royal Oak un look que cautiva, por su sensibilidad femenina, así como mantener los códigos de diseño de la pieza original.
“Me alegra participar en este lanzamiento. Royal Oak se adapta tanto al gusto de la mujer de hoy como al de la mujer de ayer y a la de mañana. Es un diseño atemporal, y el Royal Oak Frosted Gold representa el último capítulo de esta historia en curso”, concluyó Carolina Bucci.