El réferi comprometido
Esa es una de las preguntas que más impactaron de todas cuantas hayan lanzado entre alaridos de dolor los padres y familiares de las 17 víctimas mortales del tiroteo en la secundaria Marjorie Stoneman Douglas el día de San Valentín…
Escuchar a una madre llorar por su hija muerta a los catorce años, materialmente cazada con un rifle de asalto por un demente que pudo comprarla porque los políticos no han tenido el valor de enfrentarse a la poderosa Asociación Nacional del Rifle por una sencillísima razón: han dado millones de dólares a las campanas de elección sin que fallen los treinta millones que donaron a la campana del actual presidente de Estados Unidos.
“Pensar que la asociación del rifle va a cambiar algo porque los políticos republicanos se lo exijan es estar soñando con Babilonia. ¿Quién puede ganar un partido con el marcador en contra cuando es el propio réferi el que cierra los ojos y deja que los agresores sigan? Aquí el réferi no es otro que el mismo gobierno que podría prohibir de forma inmediata y real las masacres de inocentes en las escuelas”.
No hay que ser científico ni gente instruida para saber que a partir de la masacre en las escuelas Columbine y Sandy Hook, las voces que se levantaron pidiendo un control en la venta de armas fueron silenciadas a propósito por la indiferencia de los políticos.
Pero hoy con los jóvenes en las calles el mensaje es: no más masacres en las escuelas, no más funerales para niños y jóvenes de catorce años de edad que mueran asesinados dentro, no más equipos de futbol americano sin su coach asesinado por un demente, y sobre todo, no más armas que se usan en las guerras y para lo que entrenan a los militares y que sean llevadas para exterminar en los pasillos de una escuela.
Un rifle que dispara cien balas de golpe es para exterminar, de ninguna manera es algo para recreación o defensa personal.
No puede irse a una tienda a comprarlas, salir con ellas en una bolsa de la tienda porque sea más fácil hacerlo que irse a tomar un trago, pasarse de copas y subirse a un auto, algo que se castiga más que poder tener este armamento en mano con la clara intención de ir a matar.
También debería implementarse la restricción para que personas con problemas mentales que comiencen en depresión, sin ser esta profunda, puedan ser sujetos de aprobación cuando de comprar un arma se trate.
Maestros, padres de familia y familiares de personas con problemas sicológicos y que saben que su familiar posee un arma deberían estar autorizados a guardar esa para entregarla legalmente hasta que el sujeto en cuestión sea dado de alta por un profesional.
De haberse llenado estos sencillos requisitos sin lugar a dudas que eso hubiera sido más que suficiente para detener a los desalmados asesinos no solo de la secundaria de Parkland, también al de Sandy Hook Elementary en Newton, Connecticut, al del cine en Aurora a las afueras de Denver, al que entró a masacrar personas en la discoteca Pulse de Orlando, y al sicópata que disparó contra los civiles desarmados que se divertían en el concierto de música country al aire libre en Las Vegas el año pasado.
¿Cuándo va a ser el día en que finalmente alguien ponga el punto final a lo que el pueblo pide? ¿De qué forma los políticos pueden entender que por encima de los intereses están los que les han elegido? Nadie lo sabe a ciencia cierta.
María Antonieta Collins de familia y familiares de personas con problemas sicológicos y que saben que su familiar posee un arma deberían estar autorizados a guardarla. Maestros, padres