El Economista (México) - Industria Automotriz
LA DISCUSIÓN
Hacia lo que podría ser el cierre de la negociación del TLCAN 2.0, se perfila una versión descafeinada de la ruda demanda estadounidense para elevar las reglas de origen
SOBRE EL CONTENIDO REGIONAL EN LOS VEHÍCULOS FABRICADOS EN LA REGIÓN TLCAN HA FRENADO LA FIRMA DEL ACUERDO ENTRE EU, MÉXICO Y CANADÁ.
Rumbo a lo que podría ser el cierre en lo general de la negociación del nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN 2.0), el capítulo automotor invariablemente sufrirá cambios, pero con toda seguridad éstos no serán exactamente los que pidió el gobierno de Donald Trump al inicio de las pláticas, en buena medida gracias a la negociación de las grandes armadoras estadounidenses.
Al menos dos de los tres grandes ejes de la propuesta automotriz estadounidense original perfilan modificaciones: la demanda de 85% de contenido regional y la exigencia de componentes estadounidenses de 50%, en tanto que no está aún claro cómo quedará la solicitud de rastrear 100% de las piezas del automóvil.
A mediados de abril, Estados Unidos redujo de 85 a 75% su demanda de valor de contenido regional en las reglas de origen del sector automotriz lo que fue confirmado por la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
“Todo esto se está analizando y se están realizando preguntas concretas a los negociadores de las reglas de origen de Estados Unidos en esta ronda”, dijo Eduardo Solís, presidente de la AMIA, mientras se desarrollaban reuniones técnicas de negociación en Washington durante la segunda semana de abril, que extraoficialmente se conformaron como la octava ronda de negociación del TLCAN 2.0.
Con ello, el representante comercial de EU, Robert Lighthizer, modificó nuevamente su propuesta original en esta esfera, lo que coincide con la intensificación de las pláticas con las tres grandes armadoras de la industria estadounidense: General Motors, Ford y Fiat-Chrysler.
A finales de febrero, esta interacción entró en una nueva fase, luego de que en pleno desarrollo de la séptima ronda de negociaciones del TLCAN 2.0, en la CDMX, el jefe negociador del tema automotor de Estados Unidos fuera llamado a consultas a Washington para sostener un encuentro con representantes de las empresas automotrices.
En otro reciente cambio, Lighthizer disminuyó su pedido de cinco categorías de autopartes —desde las más críticas a las menos críticas— a sólo tres, de acuerdo con el medio estadounidense Inside US Trade.
Los componentes más críticos tendrían que cumplir con un umbral de 75%, por debajo de 85% que se buscaba anteriormente, y los países podrían ganar crédito para ese umbral si una pieza fue fabricada por trabajadores que ganan al menos 15 dólares por hora.
La segunda categoría de componentes debe cumplir con un contenido de valor de 70% de América del Norte y el tercer grupo de 65 por ciento. Otras piezas de automóviles no incluidas en esas categorías deberán cumplir el mismo umbral al que están sujetas según las normas existentes del TLCAN.
Durante los primeros días de este año, antes de la celebración de la sexta ronda negociadora del TLCAN 2.0, en Montreal, el gobierno mexicano reconoció que la solución para destrabar las pláticas “pasa por una regla de origen fortalecida en el contenido regional automotriz” y que era necesario “tener sensibilidad” en este aspecto de la negociación, en voz de Ildefonso Guajardo, secretario de Economía.
Fuentes consultadas por El Economista comentaron que México tiene capacidad para aumentar hasta 70% el valor de contenido regional en la producción de automóviles. Paralelamente, la Industria Nacional de Autopartes ha manifestado que, en lo que autopartes concierten, existe un margen de maniobra para fortalecer las reglas de origen en algunas partes automotrices en algunos componentes.
El TLCAN eliminó todos los aranceles a las importaciones automotrices entre los tres países, siempre que cumplieran con las normas de origen del contenido de 62.5% para autos, camionetas, motores y transmisiones, y de 60% para todos los demás vehículos y partes automotrices.
salarios
Por otro lado, a finales de marzo trascendió que EU renunciaría a exigir 50% de contenido estadounidense en los automóviles armados en América del Norte, pero a cambio demandó garantizar que al menos 30% de las partes de la unidad se produjeran en las regiones donde los salarios automotores son iguales o mayores a 15 dólares la hora.
La propuesta estadounidense implica que, por decreto y no por condiciones de mercado, EU y Canadá garantizarían un contenido conjunto de 30% del valor de un vehículo automotor nuevo que se comercialice con arancel cero entre cualquiera de los tres países de Norteamérica.
Por el contrario, México quedaría excluido de producir el equivalente a 30% del valor de un auto, por pagar salarios más bajos al umbral establecido. Los cambios no afectarían el cumplimiento en términos regionales, dado que los insumos, partes y componentes de Estados Unidos y Canadá se sumarían a los de México.
Esto daría una ventaja a Estados Unidos y Canadá porque podrían, con mayor facilidad, cumplir con las reglas de origen del TLCAN y agregar más contenido extrarregional frente a México.