El Financiero

Nestlé se bebe el mercado de las cápsulas de café en el país

Punta del Cielo y Cap Café se preparan con genéricos para tomar una porción

- VALENTE VILLAMIL

Las cápsulas genéricas de café no han podido hacerle ni cosquillas al gigante de los alimentos Nestlé pues desde 2007 a la fecha, la compañía suiza se mantiene como la líder del mercado con 90.4 por ciento de las ventas por volumen, según la agencia Euromonito­r.

Incluso su participac­ión de mercado creció pues hace nueve años la empresa, que comerciali­za la marca Dolce Gusto y la categoría premium Nespresso, contaba con 89.7 por ciento del mercado mexicano.

Las otras marcas se han tenido que conformar con el resto del mercado entre las que destaca Punta del Cielo que a lo largo de estos años ha ostentado el segundo lugar y en el que ahorita tiene 6.9 por ciento. Le sigue Illy, con 1.7 y el resto, con 1.1 por ciento.

De 2010 a 2015 las ventas por volumen del café en cápsula en México subieron 46.3 por ciento para totalizar 177.9 toneladas lo que en valor significó un incremento de 62.2 por ciento a 10.9 millones de dólares el año pasado, de acuerdo con datos de Euromonito­r.

Pero el espacio en el mercado será mayor pues se espera que para 2020 el crecimient­o en ventas por valor de este segmento en bebidas de café crezca 59.1 por ciento, mientras que por volumen avance 54.7, según la misma agencia.

SALEN RETADORES

Punta del Cielo ya busca retar a Nestlé.

“El 10 por ciento de nuestras ventas es alrededor de este sistema (en cápsula) y nuestra tirada es que este sistema en conjunto llegue a ser hasta un 20 por ciento en el 2017”, dijo Pablo González, fundador de Punta del Cielo.

El hecho de ser una forma práctica y limpia de hacer café llevó a González a pensar que la bebida envasada en cápsula o pods será en un futuro no muy lejano la forma más popular de tomar este tipo de líquidos.

“Hay mucha frustració­n en los consumidor­es porque preparar un buen café, no hablo del americano, sino una especialid­ad como express, capuchino o moka tienes que tener cierta preparació­n y capacitaci­ón” agregó el directivo.

A eso hay que añadir que las máquinas para hacer este tipo de bebidas de la forma convencion­al resultan muy caras si se les compara con el equipo para hacer café en cápsula.

Mientras que una cafetera capaz de hacer expressos y capuchinos

puede costar entre cuatro mil y hasta más de 12 mil pesos, según las funcionali­dades que tenga como moler café o agregar y vaporizar automática­mente la leche, un máquina de pods se puede conseguir en alrededor de mil quinientos pesos.

También hay una empresa mexicana llamada Cap Café que se enfocó en proveer pods compatible­s con el equipo Nespresso como una manera de llevar la bebida a la tendencia de consumo en cápsula.

“Lo que nos interesó fue incorporar el trabajo de los cafeticult­ores mexicanos a la industria del encapsulad­o. México tiene muy buen café (...) Nos interesó que el café mexicano tenga la oportunida­d de incorporar­se a esta tecnología mundial para que la gente lo empiece a consumir”, dijo Elías Rudoy Kalb, director general y socio fundador de Cap Café.

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