Diputados van por Monreal
Cuando Ricardo Monreal, jefe delegacional en Cuauhtémoc, andaba en campaña nos dijo a un grupo de periodistas que lo menos que ofrecía, de llegar al cargo, sería poner toda su experiencia política y administrativa en la atención de los problemas de la demarcación, como la inseguridad, el comercio informal, el crecimiento de los giros negros, la prostitución y todo lo relacionado con la mejora de los servicios públicos, y hasta prometió convertirse en celoso guardián del buen uso de las finanzas públicas y ser un funcionario de tiempo completo.
Toda esa verborrea que acompañó al candidato en tiempos de campaña, con promesas a diestra y siniestra, ya ni acordarse de ello, porque desde la llegada de Monreal a la delegación lo único que nos recordó fue la simulación que gusta practicar a su jefe político. De entrada, denunciando que su antecesor se fue con todo y muebles; el nuevo funcionario se instaló en lo que llamó una oficina austera, sin olvidar que días antes de ocupar el cargo hasta se aventó la puntada de atender las quejas vecinales en la explanada delegacional, porque –según él– la problemática requería atención inmediata y tiempo completo.
Todo eso quedó en el olvido. En lugar de dedicarle espacio en su agenda a los requerimientos de los ciudadanos del llamado centro histórico y corazón del país, hoy sabemos que Ricardo Monreal ocupa más de su tiempo en la promoción de su partido, y cobija con recursos públicos a cuanto candidato afín a la causa de su tutor, Andrés Manuel López Obrador, se le acerque, en tanto que el ambulantaje, las bellas de noche, los antros hasta avanzadas las horas de la mañana, el destrozo de la tradicional zona rosa y la inseguridad están a todo lo que da, y eso habla de corrupción, omisión e ineficiencia.
Esta semana, en el seno de la Diputación Permanente de la Asamblea Legislativa (ALDF) sus integrantes aprobaron por unanimidad un punto de acuerdo presentado por el vicecoordinador del Grupo Parlamentario del PRD en la ALDF, Raúl Flores, por el que exhortan a la Contraloría General de la Ciudad de México a investigar a Ricardo Monreal Ávila, y al personal de estructura de dicha demarcación bajo su cargo, por el posible desvío de recursos públicos de la delegación durante la jornada electoral en el Estado de México el pasado 4 de junio, en favor de la candidata de Morena, Delfina Gómez.
En ese contexto, no obstante que entre la opinión pública ha quedado de manifiesto la participación de Monreal en actividades de promoción del voto en el municipio de Ecatepec, a favor de la candidata de su partido a la gubernatura del Estado de México, Delfina Gómez, desde ahora adelantamos que el informe será puntual, impecable en su redacción, estructura y justificación legal, porque si de algo no pueden acusar a Monreal es de tonto.
Lo han inmiscuido en desvíos para la campaña de su hermano (candidato fallido al gobierno de Zacatecas); los negocios de su hija, al amparo de “papi”, y hasta de colusión con la delincuencia organizada. Hoy lo acusan por su participación en la elección del Estado de México, pero saben qué, Ricardo Monreal masca las leyes como ninguno y eso le ha permitido darle la vuelta a toda esa serie de acusaciones. Es el Monreal de siempre, el que una y otra vez evade la justicia, pero dicen que en la vida para todo hay tiempo, hasta para que algún día este personaje vaya a la cárcel.