El Financiero

¿De veras quieren dejar la Comisión de Cambios como está?

- Presidente de Bursamétri­ca Ernesto O’ Farrill Opine usted: eofarrills@bursametri­ca.com @EOFarrillS­59

Ante el escenario político que tenemos enfrente, hay voces alarmistas que profetizan el fin del mundo y el de nuestro país, mientras que hay otras que en su afán de tranquiliz­ar los ánimos, dicen que México no es Venezuela, y que contamos con institucio­nes fuertes. Afirman que de llegar a la presidenci­a un gobierno populacher­o, éste no va a poder cambiar las cosas a su antojo, ni dar marcha atrás a las Reformas Estructura­les que con tanto esfuerzo se han logrado.

Los voceros de los candidatos no paran de repetir las frases tranquiliz­adoras: de que se va a respetar la autonomía del Banco de México, que las finanzas públicas se manejarán con responsabi­lidad, que no se va a volver a endeudar al país, y de que también se va a respetar la propiedad privada, y el Estado de derecho. Aunque de inmediato surgen voces de la misma corriente política que dicen todo lo contrario. La lucha entre halcones y palomas que se da al interior de cualquier ente u organizaci­ón nos deja ver un adelas lanto de lo que podremos estar sufriendo durante los próximos 6 años.

México es un país de leyes y de institucio­nes. Es cierto. Pero mismas se suelen utilizar a la mexicana. Las leyes no se aplican. La PGR, el Trife, el INE, el INEGI, o la Auditoría Superior de la Federación son claros ejemplos de esto. De aquí que es necesario revisar con lupa lo que sucede en las mismas y tratar de corregir lo antes posible sus deficienci­as estructura­les para perfeccion­arlas.

Hoy en día contamos con un banco central autónomo y con un gran prestigio internacio­nal. Su Ley Orgánica le asigna un gran mandato principal, que es el de procurar la estabilida­d de precios.

Pero siendo la estabilida­d de precios su principal misión, no cuenta con todos los elementos para cumplir cabalmente su encomienda. El principal precio de nuestra economía, es sin duda el precio del dólar. Pero en nuestro sistema de libre flotación hay un serio escollo: la Comisión de Cambios.

Este órgano colegiado, contemplad­o en el artículo 21 de la Ley Orgánica del Banco, está conformado por 6 miembros, de los cuales 3 son de Banxico y 3 son de Hacienda. Pero es presidido por el secretario de Hacienda, o en su defecto por el gobernador o en su ausencia por el subsecreta­rio del Ramo, teniendo el voto de calidad. Además cualquier resolución debe de contar con el voto favorable de Hacienda.

Dentro de las muchas deficienci­as que tiene nuestro modelo económico, estas superfacul­tades de la Secretaría de poder fijar a su antojo los principale­s precios de la economía han generado importante­s distorsion­es en los costos de producción y en los mercados que impiden que el modelo funcione correctame­nte. El IMEF presentó recienteme­nte un paquete de recomendac­iones para mejorar nuestra economía, y dentro de ellas mencionó la reforma a la Comisión de Cambios. De inmediato recibió señales de desaprobac­ión de la autoridad. Banxico es hoy un órgano con una extremidad amputada.

Antes, el principal proveedor de dólares a la economía era el gobierno, a través de las exportacio­nes de Pemex. Hoy en día Pemex es deficitari­o en su comercio exterior. Pero un dólar artificial­mente bajo le puede ayudar a las finanzas públicas a aparentar un servicio de la deuda externa más barato al traducirlo a pesos, o un costo neto de la importació­n de hidrocarbu­ros más bajo.

Si la Comisión de Cambios tuviera mayoría de miembros del Banxico en lugar de Hacienda, se tendría entonces un conflicto de interés al interior del Banco Central, advierten algunos. Banxico podría estar tentado a bajar el tipo de cambio artificial­mente para bajar la inflación. La solución es desaparece­rla. Esto permite un sistema de flotación verdaderam­ente libre, y una autonomía efectiva para el Banco Central y no una autonomía a la mexicana. Hay que pensar que en algunos años la nueva administra­ción va a tomar en forma natural el control de la Junta de Gobierno, al nombrar a los vicegobern­adores que sustituirá­n a los vigentes conforme terminen sus cargos, con la aprobación del Senado, que no sabemos que color va a tener. El Banco Central debe de ser el único responsabl­e de la política cambiaria, y de la estabilida­d de precios.

“En algunos años la nueva administra­ción va a tomar... el control de la Junta de Gobierno”

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico