El Financiero

EL MOTOR DE CROACIA VIENE DE MÉXICO

-

Cuando llegaron a Rusia, los jugadores croatas vieron Vatreni, película realizada por tres mexicanos egresados del Centro de Capacitaci­ón Cinematogr­áfica: Alfredo Sánchez, Edson Ramírez y Jorge Luis Linares. El entrenador Zlatko Dalic la había visto dos meses antes en Zagreb; “será una motivación extra para mis jugadores”, pensó. Vatreni cuenta el proceso de guerra y reconcilia­ción que vivió el pueblo croata a través del futbol durante los años 90. Recuerda –de manera detallada– a aquella generación de futbolista­s que, en el Mundial de Francia 1998, dio una dosis de alegría a una nación sumida en la destrucció­n.

“Hoy, la Selección de Croacia significa unidad: es el reflejo de un pueblo que quiere dejar atrás su pasado sangriento. Gran parte de las nuevas generacion­es ya no extraña a la vieja Yugoslavia ni siente ese nacionalis­mo que promueve del odio contra los serbios”, dice Álvarez.

Al estreno acudieron Miroslav Blaževic y Robert Prosinecki, protagonis­tas de aquella hazaña del 98. La función acabó entre lágrimas. Rusia 2018 es la última oportunida­d que tienen los hijos de la guerra para hacerle justicia a un país que juega como nadie en la cancha ceniza de la historia.

IVAN RAKITIC

Los orígenes de Rakitic se encuentran en los sokci, un grupo étnico de eslavos del sur que usualmente se identifica­n como croatas. Es el hijo típico de un matrimonio yugoslavo: padre croata y madre bosnia. Miles de estas uniones se celebraron durante el régimen de Tito sin ningún problema. Sin embargo, cuando comenzó la guerra, esta clase de familias —cuenta Alfonso Armada— fueron separadas. Su familia captó a tiempo las señales de la desintegra­ción de Yugoslavia y huyó al pueblo suizo de Möhlin, donde nació el 10 de marzo de 1988. Jugó para la Selección suiza sub17, pero se arrepintió. En varias ocasiones ha dicho que no entiende cómo es que prefiere vestir la camiseta de un país que lo obligó al exilio. Pero también descubrió que nada le produce más pasión que portar la playera que utilizaron sus ídolos de la infancia en 1998. “Fue una decisión que tomé con el corazón. De croata tengo esa ambición, esa hambre. El croata es muy competitiv­o, siempre se entrega al 100 por ciento”, dijo la semana pasada a El País.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico