Comidas para reinas
La naturaleza o la tierra nos proporcionan los alimentos que necesitamos, pero tal vez a algunos de nosotros por la vanidad aceptamos que algunos productos sean difíciles de comer en función de sus excesivos precios.
E n relación a este tema se dan a conocer algunos alimentos con sus elevados precios:
Caviar Almas –rusolata de oro de 24 quilates, 25 mil dólares.
Hongo Matsutake -Japonés- medio kilo -2 mil dólares.
Sandia Densuke Black –Japonés250 dólares.
Omelette de 1000 dólares por sus ingredientes -Nueva York-.
Nuez de Macadamia -un kilo 3000 dólares.
Carne de Wagyu –Japonés- 500 dólares 200 gramos.
Atún de aleta azul -2,600 dólares por kilo.
Queso de leche de alce –Sueciamedio kilo 1,543 dólares.
Trufas bancas, 4,000 dólares medio kilo.
Esto nos lo señalan los especialistas como parte de una inmensidad de platillos de precios elevadísimos, pero aquí nos sorprenderemos de otros platillos mucho más caros que los anteriores.
Por lo que hace al título del artículo llevemos nuestra imaginación a Egipto, un lugar con grandiosa historia; nombre que la Biblia enumera 700 veces; pueblo con inigualables leyendas, de misticismo y observaremos extasiados sus milenarios monumentos, construidos por sueños, por guerras, por orgullo, por grandezas. La gran Esfinge de Guiza, Las Pirámides a Guiza, El Templo de Karnak, Las Tumbas del Valle de los Reyes; con esa imaginación disfrutemos el fértil valle del Río Nilo; Egipto es religión, su historia también está representada por la Pirámide de Jafra, por la pirámides de Saqqara, por la Mezquita Muhammad Ali (En el Cairo), en fin es una civilización de museos, de templos y de Sinagogas.
Cleopatra fue una mujer excesivamente rica, sutilmente seductora; esplendorosa en su vestimenta y atuendos, lógico era una Reina poderosa.
Si citamos a Egipto es porque su Reina es la que organizó la comida que tal vez es la más cara de la historia. Esta mujer fue Cleopatra de la que se dice que era hermosa “fascínate, tanto por su voz como por el sentido de su conversación…”. Cleopatra estudió idiomas, historia, matemáticas, sin dejar de tener un sentido de la riqueza y la opulencia que la demostraba como ambiciosa. Se dice que después de César, sedujo a Marco Antonio, a quien le jugó la apuesta de que gastaría diez millones de sestercios en una comida, no lo creyó Marco Antonio era imposible que lo hiciera. Llegó a la cena ataviada con dos inmensas perlas, ya en la mesa tomó una copa a la que llenó con vinagre y echó una perla la que se disolvió y ese líquido se lo tomó Cleopatra; Marco Antonio le impidió que hiciera lo mismo con la otra perla. La perla costaba el equivalente a cinco millones de dólares. Lógico fue una cena muy cara que ingirió Cleopatra.
Cleopatra fue una mujer excesivamente rica, sutilmente seductora esplendorosa en su vestimenta y atuendos, lógico era una Reina poderosa.
Por lo pronto, rindamos tributo a nuestros democráticos pero exquisitos chilaquiles y desde luego a las sin par chalupas que también están subiendo de precio y algún día una Cleopatra mexicana, también usará esos platillos para ganarle apuestas a su Marco Antonio.