¡Llévele, llévele...!
el ojo de bife, filete, bife de chorizo y asado de tira. Asimismo, los platillos emblemáticos son el carpaccio de portobello con aceite de trufa y reducción de balsámico, la costilla glaseada y el pan de queso, muy típico de Brasil.
“El menú cuenta con opciones para diversos gustos,” indica Aldo Jiménez, chef ejecutivo.
Respeto por el producto
Aunque en Brasil tienen la Hacienda Rubaiyat donde crían a su propio ganado, éste solo es distribuido a los restaurantes de la zona y Argentina; en México no entra carne brasileña, pero tienen un distribuidor en Estados Unidos, quien les surte carme Premium, que no es congelada. “Diariamente horneamos pan en el restaurante. También hacemos helados y postres. Para nosotros es fundamental ofrecer alimentos de alta calidad, por ello nos involucramos en todo el proceso,” reconoce Jiménez Zurita.
Los vinos son otro atractivo del lugar, cuentan con 100 etiquetas perfectamente seleccionadas, provenientes de diversas partes del mundo, además de coctelería.