Economía con certidumbre
En países con economía abierta como México, la iniciativa privada es la principal generadora de empleos y de riqueza. De los casi 53 millones de mexicanos que contaban con un empleo a finales del año pasado, 34 millones (dos terceras partes) laboraban en micro, pequeñas y medianas empresas, de acuerdo con el Inegi. El resto de los empleos, lo generan las grandes unidades económicas, aquellas con 250 trabajadores o más.
Para su desarrollo —y por tanto para la creación de puestos de trabajo—, cualquier empresa, micro o grande, requiere certeza. En entrevista con EL UNIVERSAL, el director general de la Bolsa Mexicana de Valores advierte que la incertidumbre les impacta. Aunque no se cancelan, se posponen muchas actividades de financiamiento, hasta que los inversionistas consideren que hay más estabilidad, señala.
Hay factores externos que influyen en el comportamiento bursátil, pero decisiones tomadas por autoridades mexicanas también pueden incidir en la falta de certeza para empresarios e inversionistas.
La semana pasada el anuncio de cancelar la obra aeroportuaria en Texcoco ocasionó una burbuja de incertidumbre. Para la Bolsa mexicana se trató de una sobrerreación, pues era un escenario que se había planteado desde las pasadas campañas presidenciales.
Este lunes el presidente electo se reunió con 16 contratistas que representan 92% de las obras que se realizan en Texcoco. La reunión devino en acuerdos para comenzar el finiquito por la cancelación del proyecto y el anuncio de que no habrá demandas por la decisión. El encuentro debe ser el punto de arranque para disipar cualquier señal de incertidumbre, que pueda afectar inversiones y creación de empleos.
El gobierno que iniciará funciones el 1 de diciembre ha reiterado que el Presupuesto de Egresos que se presentará en la Cámara de Diputados el próximo 15 de diciembre estará en línea con los compromisos adquiridos en la materia: se mantendrá el equilibrio macroeconómico, no se endeudará al país, no habrá aumento de impuestos ni incrementos en el precio de energéticos, únicamente ajustes por cuestión inflacionaria.
La determinación de mantenerse en la ruta de estabilidad (sin devaluaciones abruptas o crisis) es lo necesario para el desarrollo de las empresas, de cualquier tamaño. Sin embargo, al final lo importante es que se traduzca en acciones. Desviarse de esa ruta puede ser muy caro para el país y los bolsillos de millones de mexicanos.