Resolución.
4K es la resolución en TV que está de moda, pero aún tiene algunas caras que mostrar.
UHD es en términos genéricos Ultra- Alta Definición, un nombre mercadológico que han implementado algunas marcas de video para referirse a las televisiones que son capaces de desplegar imágenes con resoluciones de 3840 x 2160 ( Quad HD o Faux 4k) o del verdadero estándar 4K que es 4096 x 2160 (esto, dictado por el Digital Cinema Iniciative Consortium y del cual se regula la resolución indicada para cámaras de cine digital, procesadores, proyectores y monitores que se usan en la industria fílmica).
La frase fácil de los fabricantes es que UHD es como tener cuatro veces la calidad de Full HD ( 1080p). Bueno si hacemos números, sí. En realidad con UHD estamos hablando de una imagen que se forma por 8.29 millones de pixeles y con Full HD esto apenas de traduciría en 2.1 megapixeles. Pero resulta que la matemática no funciona literalmente ante nuestros ojos. Y esto es mucho de lo que varios expertos y algunos periodistas (incluido este servidor) venimos apuntando: 4K no significa un salto cuántico en calidad de imagen contra alta definición, teniendo en cuenta el tamaño de televisiones que hoy tenemos en la mayoría de los hogares.
La resolución tiene que ver con la distancia a la cual vemos una imagen. Por ejemplo, la resolución de un iPad Air Retina es de 2048 x 1536 lo que significa 3,145,728. La distancia óptima para trabajar o divertirse con este iPad es más o menos 38 centímetros. Y déjenme decirles que el ver películas HD 1080p en el iPad a esa distancia es glorioso.
4K ofrece el gran beneficio de podernos acercar más a las pantallas. Ver imágenes más grandes a menor distancia, nos crea la sensación de inmersión cinematográfica. Sin embargo para lograr esta experiencia debemos tener televisiones 4K realmente grandes (mayores de 70”, en el mejor de los casos) y acercar mucho más nuestros sillones (en el orden de los dos metros). Les recomiendo mucho que observen y analicen el chart que ha elaborado Carlton Bale sobre distancia y resolución. Es revelador.
Y es que a los mercadólogos les fascinan los números. Y a nuestra consumista cultura occidental nos encanta lo más grande, lo mayor, lo que tiene más… watts, decibeles, pixeles. No quiero decir que 4K no sea superior a Full HD, por supuesto que lo es. Se ve mejor, si. Pero de eso, a vendernos la idea que nuestras TV ´s están obsoletas y que lo rifa hoy día es 4K hay una gran diferencia.
Bitrate, tasas de transferencia y compresión
Estamos acostumbrados a ver más la forma que contemplar el fondo. Lo digo porque la calidad de una imagen tiene más que ver con elementos que la gente no está acostumbrada a percibir: contraste, gama de color, profundidad de campo, amplitud del ángulo de visión, temperatura de color y por supuesto la escala de grises.
Basta analizar un poco los contenidos que hoy tenemos en nuestra TV. Yo, como muchos de ustedes han pasado de proveedores de televisión por satélite o por cable y también ocasionalmente veo la transmisión área local ( TDT es su nombre correcto: Transmisión Digital Terrestre). Además tengo Netflix desde la consola Sony PlayStation 3 y desde el Apple TV, rento y compro películas de la tienda de aplicaciones de Apple. Compro (si, todavía soy de esos consumidores a la antigua que compran discos) Blu- rays originales cuando las películas o los conciertos valen la pena para conservarlos como colección. Como soy fan del boxeo, a veces tengo que ver peleas o repeticiones usando YouTube o Vimeo. Finalmente veo películas independientes desde la app Mubi y desde los servicios Hulu y Klic de Cinepólis.
Con todo lo anterior quiero decir que los formatos que a diario pasan por mis ojos son de lo más variado y eso me ha enseñado a valorar que los contenidos tienen poco que ver con lo que dictan las reglas y especificaciones. Ejemplo, las películas compradas desde iTunes aun cuando dicen ser en 1080p, su calidad no es comparable a lo que tiene un Blu-ray. Bueno… a veces. Si ustedes adquieren discos BD de los baratos de la marca mexicana VideoMax, no pueden esperar mucho, tienen una calidad paupérrima y eso que oficialmente ofrecen una resolución de 1920 x 1080 (evidentemente se trata de copias extrapoladas para alcanzar esas cifras, aun cuando el original sea de menor calidad).
Ahora revisen las transmisiones de TV. Discovery Theater, Fox News, CNN y Televisa por nombrar algunos ofrecen no sólo la especificación integral de HD a 1080i, sino que la calidad de imagen en muchos de sus programas es soberbia, sobre todo en deportes y documentales. Muy superior incluso a muchos Blu-rays que se suponen viene registrados en 1080p. ¿Cuál es la explicación?
El asunto tiene que ver con el bitrate o tasa de transferencia de datos con la que cada formato físico o virtual entrega la señal de video. Un disco Blu-ray tiene un bitrate máximo de 40 Mbps, aunque esto siempre dependerá del transfer de la película y de la compresión que el estudio de authoring haya realizado. Así, es normal encontrar BD´s con bitrates entre 20 y 30 Mbps, que siguen siendo superiores a lo ofrecido por un DVD – entre 6 y 8 Mbps.
Los formatos que operan a través de streaming tiene un bitrate que varía muchísimo pues cuentan con tecnología que está continuamente “escaneando” la velocidad de acceso que tenemos hacia Internet. Entonces las velocidades de iTunes o de Netflix pueden estar entre 3 y 7 Mbps con “picos” de 10 Mbps – cuando el ancho de banda está libre para nuestra diversión audiovisual.
Para dejar claro el tema anterior. Todo tiene que ver con la compresión. Entre mayor compresión, peor imagen obtendremos.
Los contenidos
Actualmente ya tenemos en el mercado varios modelos de televisiones UHD. Es natural que la primera queja sea que los contenidos nativos en 4K sean muy pocos, pero más allá de eso, tendremos que evaluar si la carga tecnológica de estas televisiones es tan superior a las “ahora” tradicionales TV ´ s en Full HD.
Un asunto muy olvidado es la distancia a la cual debemos ver una televisión. Para ello contamos con el estándar SMPTE (Society of Motion Picture ansd Television Engineers) o con las recomendaciones de organismos expertos como ISF (Imaging Science Foundation) o THX que hasta ahora habían planteado la diferencia entre la distancia del espectador hacia un display analógico o hacia uno digital con resolución 1080p. Pues con la llegada de televisores 4K las cosas cambian; en el caso de la nueva ultra alta definición nos podemos acercar aún más a la pantalla sin poder distraernos con la estructura de pixel. Esto debería venderse como la gran revolución del 4K. Pero aunque las recomendaciones de los gurús nos sugieran acercarnos mucho a la pantalla, lo cierto es que tenemos usos y costumbres y por ende sentido común, el cual nos dicta una distancia prudente a la cual ver la televisión.
Digámoslo claro: 4K marca diferencia en tamaños grandes de display, allí donde la distancia entre el monitor y el espectador será factor. Estamos hablando de televisiones de más de 60 pulgadas (aunque donde se nota más en displays de 70, 80 y 90 pulgadas).
Con tamaños menores de televisión, la verdad sea dicha, la diferencia entre una buena y una regular televisión la hacen otros factores y poco tiene que ver si se trata de un display 4K o 1080p.