Golpes
La final se volvió una trifulca
Lo que fuese un juego de Béisbol de la Liga Instruccional Sub-20 de Campeche, en la fase final para buscar a un campeón entre Camaroneros del Carmen y Piratitas de Villamadero, terminó en una verdadera batalla campal entre jugadores y aficionados, así como algunos familiares.
De manera extraoficial, de los múltiples lesionados entre jugadores y aficionados, el saldo fue de 4 lesionados, a uno le abrieron la cabeza, a otro le rompieron la nariz, uno más sufrió una fractura de brazo y otro acabó con una costilla rota.
El juego iba 2-1 favor Villamadero en la baja de la quinta entrada, siendo el primero de la doble cartelera a celebrarse, y el primer duelo de la serie. Todo empezó con unos lanzamientos por parte de Orestes González de Carmen al pentágono, pasándole la lumbre tres veces, presuntamente fue un bolazo, pero el bateador Carlos Cauich (receptor) de Villamadero se le fue encima con la majagua, ya que los managers de ambos conjuntos, Hugo Díaz (Camaroneros) y Solís (Piratitas), en vez de calmar a sus jugadores, los incitaron a las agresiones.
Los ánimos se calentaron y las bancas se vaciaron en cuestión de segundos, detonando en un tremendo zafarrancho en el campo de béisbol “Jorge Carlos Hurtado Valdez”, inmueble donde sucedió tan lamentable acontecimiento.
Pero el acabose de esto fue la misma gente que se dio cita al encuentro; como se observa en el video, son los aficionados quienes lamentablemente formaron parte de la trifulca, se metieron al campo y agarraron bates, casco, pelotas y todo lo que tuvieran a la mano para golpear a los jugadores rivales.
Cabe mencionar que el umpire principal, Luis Pérez conocido como “Tribilín”, no les llamó la atención a los jugadores y managers, ya que había indicios de violencia con varios lanzamientos pegados sobre la humanidad del bateador local en el mismo turno al bat. Por ello se suscitó el conato de bronca entre jugadores, cuerpos técnicos y asistentes, aunado a que el sonido local remarcaba el origen del pleito, que, en vez de calmar las aguas, narraba el hecho como comentarista de lucha libre. Luego de ver que se salió por completo de control al escucharse el sonido de los maderos que chocaban entre sí, empezó a pedir el apoyo de la policía, antes que sé que ocurriera una desgracia mayor, cuando ya no se podía salir más de lo que ya estaba.
Al final llegó la policía, quienes resguardaron y escoltaron a los carmelitas para que pudieran salir del estadio y dirigirse a su transporte y regresar a su lugar de procedencia.
Se espera que el dirigente del circuito de la Liga Instruccional Sub-20 Martin Noh, tome postura firme para que aplique las sanciones correspondientes y defina que va a pasar con la serie final por el campeonato, así como los implicados, empezando por los jueces del cotejo que no supieron manejar la situación previa al zafarrancho.