Las prestaciones que reciben ministros y jueces son un “privilegio” innecesario

Al comparecer en el Senado, dentro de la segunda terna de mujeres para integrar la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la magistrada Berenice García se pronunció por regular todas las prestaciones de los integrantes del Poder Judicial.

Con 14 años de experiencia como juzgadora, consideró que las prestaciones que reciben ministros, jueces, consejeros de la Judicatura e integrantes del TEPJF constituyen “un privilegio” y no son necesarias para el desarrollo de sus tareas judiciales.

A pregunta de la senadora del PRD Angélica de la Peña sobre la conveniencia de una ley de remuneraciones y sueldos que establezca reglas claras sobre las percepciones de ministros, magistrados y consejeros de la Judicatura, respondió que el alto sueldo que perciben los juzgadores se amerita, dada “la alta responsabilidad” que tienen en sus manos y las cargas de trabajo.

Sin embargo, “las cosas extras” al salario, se podrían regular. “Por ejemplo, los gastos para viaje; no necesitamos hospedarnos en hoteles de lujo ni viajar en aviones en asientos de primera clase”. Destacó que ella rechazaría esos privilegios.

Durante casi cinco horas las tres aspirantes respondieron a los senadores de la Comisión de Justicia. Janine Madeline Otalora Malassi, magistrada con trayectoria judicial de 20 años, resaltó que se debe revisar “el criterio respecto a la libertad de expresión” en juicios de nulidad.

Ello debido a que se utiliza de argumento la libertad de expresión para justificar que en los noticieros, fundamentalmente de radio y televisión, se dé más espacio a un candidato que a otros.

Advirtió que el modelo de co- municación política mediante los espots está en crisis y debe revisarse. Propuso crear las figura de vocero del TEPJF, encargado de comunicar el alcance de las sentencias, y la de mediador electoral, ya que gran parte de los juicios ciudadanos corresponden a conflictos interpartidistas.

Por su parte, la magistrada María del Pilar Parra Parra, con carrera judicial de 40 años, respondió a una pregunta del senador panista Raúl Gracia y dijo no sentirse discriminada en la terna, sino reconocida por ser mujer y por su experiencia.

Expuso que no cuestionaba la decisión de la Suprema Corte de presentar sólo dos de las siete ternas con mujeres.

Se refirió también al problema de la invisibilidad de las mujeres en el plano político, social e incluso familiar, lo que lleva a un desequilibrio para el pleno ejercicio de sus derechos. A pesar de la aparente igualdad ante la ley, el ejercicio de esos derechos no es real ni efectivo.

A su juicio, en el tema de equidad y género el problema es que el país avanza muy lentamente y persiste la violencia política contra las mujeres. “No se puede ocultar que México es machista”.

Por la noche compareció otra terna, conformada por los magistrados Indalfer Infante González, Eugenio Reyes Contreras y Ángel Zarazúa Martínez.