EDITORIAL
Oportunidades de proveeduría en la industria Automotriz
La industria automotriz tiene una presencia muy importante en Ciudad Juárez, donde más del 60 por ciento del total del empleo en la maquiladora es aportado por proveedores de autopartes y otros productos relacionados a los vehículos.
En esta ciudad se encuentran asentados desde hace décadas relevantes proveedores del sector como lo son: Lear, Delphi, Continental, Federal Mogul, Bosch, Automotive Lighting, Mahle, Stonridge, Johnson Controls, Sumitomo, Valeo, Yasaki, Nidec, Cummins, Magnetti Marelli, Visteon, Hella, MTS, Eaton, Honeywell y muchos más de menor participación.
A su vez, estas empresas participan en la compra local de materiales de apoyo para la producción como MRO – insumos indirectos–, tales como sistemas de manufactura, automatización, consumibles, servicios, mobiliario de oficina, servicios al personal, y empaque, entre otras.
Sin embargo, son virtualmente nulos los negocios que realizan localmente materiales directos, es decir, aquellos componentes que se integran o ensamblan en los productos, ya sean piezas troqueladas, piezas maquinadas, piezas moldeadas de plásticos, alambre, vestiduras, componentes electrónicos, pinturas, etcétera.
Vender insumos de apoyo y MRO es más posible para el proveedor local ya que las decisiones suelen estar localmente y los requisitos para validar a una empresa no son tan complejos, ya que sus productos no impactan directamente la calidad y durabilidad del producto final.
Los proveedores automotrices tienen una constante necesidad de materiales indirectos, pero una gran cantidad de estos se tienen que adquirir en el extranjero.
Como un primer reto, es necesario que los proveedores locales dominen cien por ciento este segmento del negocio por las ventajas logísticas, disponibilidad, precio, flexibilidad y toma de decisiones.
En el caso de la proveeduría de materiales directos a la industria automotriz, el escenario es totalmente diferente. Es tan complejo y tardado vender este tipo de insumos que las empresas locales nunca han tenido una participación significativa en ese mercado.
Para penetrar la proveeduría directa de partes, donde está la mayor parte del negocio, es necesario entender cómo opera la industria automotriz, la cual tiene ciclos generalmente de 4 años en los que mantienen renovación de sus modelos y plataformas.
La plataforma automotriz consiste en un diseño del automóvil en su estructura más básica en los que se definen tipos de chasises, motores, dimensiones, estilo, etcétera. Es común que varios modelos de automóviles compartan una misma plataforma.
Esto significa que cada plataforma o modelos se venden y manufacturan por un periodo de por lo menos 4 años, haciéndole modificaciones anuales menores para mantenerlos atractivos para el mercado.
Durante este tiempo también se trabaja en las nuevas plataformas o modelos del futuro que llevarán cambios mayores. El trabajo para preparar una nueva plataforma consiste en definir el diseño, la tecnología, las características, el estilo, la validación, el tooling o herramental y –sumamente importante– la asignación, validación y contratación de los proveedores.
El seleccionar a los proveedores de materiales directos es de extrema relevancia ya que involucra la seguridad e integridad física de los ocupantes del automóvil por la vida de éste que puede ser de décadas de uso.
En el caso de proveeduría a industrias que no son automotrices, el hecho de que falle un componente en el campo (lugar de uso del producto), generalmente se limita a en reemplazo o reparación del producto.
En el caso de la industria automotriz, el fallo de un componente por pequeño que sea tiene varios impactos que puede ser de apariencia, de comodidad o de inconveniencia que son reparados por los talleres de servicio.
Sin embargo hay desaciertos que involucran la vida de los ocupantes y sus familias, lo cual puede derivar en demandas billonarias, afectación al prestigio y perdida de ganancias para realizar reparaciones masivas, comúnmente llamadas “recalls”.
Convertirse en proveedor de la industria automotriz en materiales directos ya sea a ensambladoras (Tier 1) o proveer componentes a un proveedor ya establecido (Tier 2), tienen procesos muy similares. Se debe tomar en cuenta que se requiere tiempo (por lo menos 4 años), inversión previa, hacer presencia en corporativos (Detroit), interrelación y cabildeo continuos, una estructura financiera sólida, tecnología y certificaciones más estrictas.
Una buena oportunidad para conocer el ambiente de proveedores directos automotrices es asistir la expo SAE en el Cobo Center de Detroit, que se realiza los primeros días de cada año, donde se dan cita proveedores chicos, medianos y grandes, que muestran sus empresas a todos los empleados que toman decisiones por parte de fabricantes de automóviles en el mundo, además de conocer las tendencias tecnológicas y buscar alianzas.
Ciertamente el convertirse en proveedor automotriz involucra mucho esfuerzo e inversión, pero también tiene sus grandes recompensas ya que si la empresa es seleccionada, las ganancias son muy atractivas y las posibilidades que la reemplacen son mínimas si se cumple con los compromisos convenidos.
Con la vocación automotriz que tiene la ciudad, el paso para entrar a proveeduría directa está a la vuelta de la esquina, pero requiere de la determinación de empresarios con visión a largo plazo.
Ya lo está haciendo Nemak, en Nuevo León, compañía especialista en producción de cabezas de aluminio y de bloques para bastidores utilizados en la industria del automóvil, que es catalogado como el proveedor global número 52 en importancia fabricando cabezas de aluminio para motor. ¿Juárez cuándo?