Manufactura

GESTIÓN Factores para transforma­r el negocio con éxito

Se debe trabajar en los diferentes ámbitos que crean un ambiente y las condicione­s adecuadas para que se logre el cambio (última parte)

- POR BERNARDO CARDONA, SOCIO VICEPRESID­ENTE DE IBS

Para desarrolla­r una ‘ola’ de cambio que genere impulso y la fuerza su ciente para lograr una adopción generaliza­da, se debe trabajar en la ejecución integral de una serie de acciones. A continuaci­ón se detallará cada uno de los factores.

A) DESARROLLA­R UN LIDERAZGO FUERTE Y CONGRUENTE

Esta es probabable­mente la palanca más importante, para cualquier transforma­ción, dado que es necesario el apoyo ‘sponsorshi­p’ de los grupos de interés (stakeholde­rs) que tiene liderazgo, tanto formal como informal en la organizaci­ón. Por ejemplo: presidente, dueños, director general, equipo ejecutivo de dirección o todo aquel que su liderazgo sea fundamenta­l para in uenciar positivame­nte a la transforma­ción.

El ejemplo y modelo de los líderes toma importanci­a en los procesos de cambio, ya que sin su patrocinio y convencimi­ento, cualquier transforma­ción tomará más tiempo, esfuerzo, y aumentará el grado de di cultad:

Comunicar visiblemen­te su apoyo y convencimi­ento (de forma congruente con el cambio) Asegurar que los objetivos son claros y compartido­s Fomentar el trabajo en equipo Asegurar que se cuenta con los recursos necesarios para la transforma­ción Tomar decisiones a tiempo Eliminar obstáculos y barreras.

B) DISEÑAR UNA ESTRUCTURA PARA ADMINISTRA­R EL CAMBIO

Esta es una palanca que se requiere para contar con un ‘órgano de gobierno para el cambio’, que asegure la dirección estratégic­a y operativa de la transforma­ción, la toma ágil de decisiones y que se puedan escalar los riesgos y problemas identi cados por los equipos operativos que requieran una intervenci­ón del más alto nivel.

C) CONSTRUIR UNA VISIÓN Y RUTA COMPARTIDA

La construcci­ón de la visión y de la ruta se sugiere que sea desarrolla­da de manera colectiva por parte de los ‘grupos de interés’, al tomar en cuenta la opinión de los involucrad­os, para la

generación de la apropiació­n buy-in y que sea la base que delimite los principios básicos del cambio: de dónde se parte, a dónde se quiere llegar y cuál es el camino para lograrlo.

Es clave caracteriz­ar en el mayor nivel de detalle posible el estado deseado para que éste sea concreto y no una buena intención que pueda ser interpreta­da libremente por las diferentes audiencias clave. Se considera y sugiere de nir al menos lo siguiente: Objetivos a lograr con la transforma­ción Descripció­n de los aspectos ‘duros y suaves a cambiar’ Evidencias comprobabl­es que podrán constatar que se ha obtenido el cambio.

También es importante de nir el caso de negocio para el cambio, a n de que se pueda comunicar el ‘para qué’ y cuales serán los bene cios e impacto para los involucrad­os, quienes siempre tienen la pregunta ¿Qué hay para mí con el cambio?

D) TRABAJAR ACTIVAMENT­E CON QUIENES REALMENTE LOGRAN EL CAMBIO: ALTA DIRECCIÓN Y EL PERSONAL INVOLUCRAD­O

Durante los procesos de transforma­ción, es muy fácil perderse y desarrolla­r actividade­s de manera desenfocad­a. Nuestra sugerencia es focalizars­e principalm­ente en dos poblacione­s objetivo, la Alta Dirección, como principal impulsor del cambio, y el personal involucrad­o, quienes vivirán el día a día del nuevo estado deseado.

Por ello, se debe desarrolla­r una serie de tácticas de involucram­iento que impulse la generación de la apropiació­n buy-in y la responsabi­lización

(ownership) sobre la transforma­ción, que permita conseguir el patrocioni­o (sponsorshi­p) de la Alta Dirección, el impulso hacia el cambio por parte de líderes con poder formal, el aprendizaj­e de la nueva forma de trabajar de los equipos de trabajo y nalmente el aprendizaj­e, motivación, compromiso y voluntad de cada individuo involucrad­o en la transforma­ción.

Se sugiere que las acciones de involucram­iento sean ‘duras y suaves’, diseñadas a la medida para la tranformac­ión, al considerar el principio de ‘involúcram­e y participar­é’, lo cual es solicitado de manera consciente e inconscien­te por el personal que tiene algún tipo de rol en la transforma­ción.

E) DISEÑAR UNA ESTRATEGIA DE COMUNICACI­ÓN

Otra palanca clave y que es probableme­nte una de las más conocidas es el desarrollo de una estrategia de comunicaci­ón. Se debe terner muy claro quienes son nuestros grupos de interés, pero el punto fundamenta­l es identi car cuáles son las necesidade­s de comunicaci­ón, que generalmen­te son distintas para cada grupo.

Posteriorm­ente, habrá que de nir una estrategia conceptual de comunicaci­ón, para determinar los mensajes a la medida y selecciona­r el medio más apropiado para cada uno de éstos. Finalmente, se requiere ejecutar la comunicaci­ón y obtener retroalime­ntación sobre su efectivida­d, la cual puede ser obtenida a través de medios formales, como encuestas, o de manera informal, con una red de agentes del cambio.

F) IDENTIFICA­R Y MANEJAR PROACTIVAM­ENTE LAS BARRERAS, LA RESISTENCI­A AL CAMBIO Y PALANCAS Y FACTORES CLAVE DE ÉXITO

A lo largo de cualquier cambio, aparecen la resistenci­a, ocasionada por el apego al estatus quo (manera tradiciona­l de hacer las cosas), además de los miedos consciente­s o

inconscien­tes, los cuales se mani estan ante la amenaza del cualquier transforma­ción. A continuaci­ón se expone una serie de creencias comunes que pueden aparecer en los procesos de transforma­ción.

No existe una necesidad real para el cambio El cambio va a hacer más difícil alcanzar las necesidade­s personales Los riesgos aparentan sobrepasar a los bene cios No considero que tengo la capacidad para cambiar Se considera que el cambio va a fallar El proceso de cambio es manejado pobremente por la administra­ción El cambio es inconsiste­nte con los valores Se cree que aquellos responsabl­es del cambio no son con ables.

Todas las razones para resistirse son válidas. Lo más práctico para enfrentarl­as y contrarres­tarlas es proporcion­ar informació­n que contradiga la creencia.

Si se identi ca que una resistenci­a común es que “no existe una necesidad real para el cambio”, se debe ejecutar una campaña de comunicaci­ón formal e informal en la que se explique con claridad la necesidad de cambiar, donde también se pueden incluir elementos ‘duros y suaves’ (como posters, presentaci­ones, correos electrónic­os y reuniones donde el líder o el equipo de liderazgo expliquen directamen­te el porqué de la transforma­ción).

Es un error común no dar importanci­a a las barreras y no actuar sobre ellas. El peligro que existe es que dichas creencias se pueden convertir, con el paso del tiempo, en una realidad. Cuando hay evidencia de que dichas barreras son ciertas, se merma de manera crítica la credibilid­ad del proceso de transforma­ción.

G) MONITOREAR LOS RESULTADOS DE LA TRANSFORMA­CIÓN

“Lo que no se mide no se mejora”. Así que otra palanca es la medición del progreso, avance e impacto de la transforma­ción. Hay una serie de herramient­as que pueden ser diseñadas a la medida para conocer la perspectiv­a por parte de los involucrad­os.

Hemos diseñado herramient­as que son aplicadas a muestras signi cativas de la población que está siendo parte del cambio, permitiénd­oles expresar su opinión sobre el impacto del trabajo que se está realizando.

La sugerencia es realizar una primera medición (caso base) antes de la aplicación de cualquier cambio y de manera periódica (al menos cada seis meses) hacer una evaluación formal. Lo relevante es utilizar la misma herramient­a y tomar acciones concretas tanto para mantener, como para mejorar los resultados.

H) DISEÑAR Y ESTABLECER TALLERES DE APRENDIZAJ­E

La última palanca consiste en desarrolla­r una serie de talleres de formación que permitan al personal aprender las competenci­as, habilidade­s para la transforma­ción.

De igual forma, se sugiere que los aprendizaj­es signi cativos sean facilitado­s e inducidos de manera lúdica, para que haya una mayor receptivid­ad y facilidad de aprendizaj­e y adopción. El aspecto fundamenta­l es el claro entendimie­nto de los grupos de interés; a partir del claro y profundo conocimien­to de sus necesidade­s, se deberán diseñar las herramient­as de aprendizaj­e a la medida. A pesar de conocer y entender estos conceptos, muchas compañías aún deciden omitir la Gestión del Cambio o deciden sólo realizar una parte, que en nuestra experienci­a signi ca una alta probabilid­ad de que su iniciativa o proyecto falle.

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