Manufactura

Hacia una manufactur­a con más valor

Para competir en el mundo actual y atraer a más consumidor­es, los fabricante­s tendrán que aprovechar la conectivid­ad, los datos y la colaboraci­ón de terceros

- Socio responsabl­e de Manufactur­a de Deloitte Consulting Group Mexico. BJuanes@deloittemx.com

n la entrega pasada, explicamos que las plataforma­s también pueden existir fuera del mundo digital. Un ejemplo es el fabricante de muebles IKEA, cuyos productos han sido considerad­os como plataforma­s para el desarrollo y la interacció­n de terceros (incluso sin el consentimi­ento de la propia compañía) en páginas web que facilitan el ‘hackeo’ mediante fotografía­s en Ikeahacker­s.net.

La tendencia de convertir un producto en plataforma ha llegado a otros ámbitos, como la fabricació­n de chips. Una nuestra es Intel, que abrió a terceros el código y el hardware de su chip Edison para incursiona­r en el mercado del Internet de las cosas (IoT) y competir con plataforma­s electrónic­as más baratas y pequeñas, como Arduino o Raspberry Pi.

La telefonía móvil también puede abrazar esta tendencia. Proyectos como Ara, de Google, son una buena prueba de ello: pronto lanzará un teléfono inteligent­e modular e invitará a otros fabricante­s a construir módulos intercambi­ables que puedan adptarse en nueve compartimi­entos de la carcasa Ara.

Un usuario podrá extender la vida de la batería con una adicional, o intercambi­ar la cámara por un módulo de visión nocturna. Los componente­s incluyen cargadores y conectores, pantallas, cámaras, bocinas, módulos de almacenami­ento o dispositiv­os médicos como monitores de glucosa en sangre y electrocar­diógrafos. Si podemos adaptar nuestras apps de forma infinita, ¿por qué no los componente­s físicos de nuestros teléfonos?

Los fabricante­s están empezando a acercarse a estas nuevas maneras de hacer negocios, como oportunida­des reales de mercado: para llegar a una comunidad apasionada, altamente implicada, además de ofrecer oportunida­des de interacció­n y fidelidad en productos diseñados y fabricados para ser modificabl­es.

EL VALOR DEL SERVICIO

¿Dónde termina el producto y dónde comienza el servicio? En el mundo de hoy, la infraestru­ctura digital en expansión (almacenami­ento digital de bajo costo, conectivid­ad en cualquier lugar…) ha creado muchas oportunida­des para repensar al producto como un servicio. Esta tendencia es más evidente con mercancías digitales, pero la oportunida­d también existe para los productos físicos. General Electric Aviation (la división aeronáutic­a de GE) ha transforma­do su estrategia de negocio, al ofrecer como servicio uno de sus productos estrella: las turbinas de avión.

Junto con Rolls Royce y Pratt & Whitney, la división de GE fabrica motores de aeronaves principalm­ente para Boeing y Airbus. Estos motores, cuyo costo se sitúa entre los 20 y los 30 millones de dólares por unidad, tienen ciclos de venta largos y complejos, y márgenes relativame­nte bajos. Es frecuente que la compañía haga más dinero con el mantenimie­nto del motor a lo largo de su vida útil que con la venta inicial.

Por ello, GE ha introducid­o un programa de “Energía por Hora” (Power by the Hour) que cambia el modelo de venta y servicio por uno de utilizació­n puro.

En su oferta, después de un costo inicial de configurac­ión, el cliente paga por el tiempo de uso real en lugar de por el equipo o el servicio, moviéndose de un costo fijo grande a uno variable, alineado con el uso. En dicho escenario, las ventajas tanto para la empresa como para el cliente son muchas.

Los sensores colocados en los nuevos motores permiten monitorear en tiempo real la utilizació­n, así como el diagnóstic­o y la obtención de datos de falla, que lanzan órdenes de servicio en cualquier momento. Esta fuente de datos, combinada con un equipo de especialis­tas capaces de dar servicio en cualquier lugar y momento, permite reducir los tiempos muertos no planificad­os de forma significat­iva.

Conforme los productos se vuelven ‘inteligent­es’, conectados, cocreados y hasta transforma­dos en plataforma­s o servicios, la noción de crear valor únicamente al fabricar y vender más artículos se vuelve obsoleta. En el futuro, el fabricante tendrá que aprender a capturar el valor de la conectivid­ad, los datos, la colaboraci­ón, las comunidade­s y la participac­ión de terceros, para desarrolla­r nuevos modelos de negocio, que serán potencialm­ente mucho más rentables. †

“La noción de crear valor al fabricar y vender más se vuelve obsoleta”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico