POR CÉSAR MARTÍNEZ AZNÁREZ
La industria naval atraviesa por una crisis desde hace cuatro años, con pérdidas operativas generalizadas, afectada por la ralentización de la economía y la baja demanda mundial, y por la depresión de los precios del petróleo. De 149 constructores navieros de los que hay información pública disponible, 39% reportó pérdidas operativas para los últimos 12 meses divulgados. De los diez más grandes del mundo, nueve informaron pérdidas.
En una industria dominada por los astilleros asiáticos (con los surcoreanos O ZO QOPShO Z]a cX]a ]^S`ObWd]a OQbcOZSa —en el caso de las empresas abiertas a la Bolsa— tardarían 17 años en recuperar la inversión, mientras que en 2012 tardaban 10 años, según cálculos elaborados con datos de la agencia S&P Capital IQ. Gracias a menores costos laborales y en algunos casos a SabØ[cZ]a aQOZSa Z]a OaW¥bWQ]a VO\ UO\OR] mercado a los fabricantes europeos desde hace varias décadas.
Sin embargo, no escapan de la crisis aSQb]`WOZ :O SQWS\QWO S\ SZ [O\SX] RS Z]a activos productivos, por ejemplo, bajó notoriamente. En 2016 el indicador descendió a 1.8 veces al año, desde 2.4 en 2012, mientras que los ingresos se derrumbaron 8.7% en los últimos 12 meses, en el promedio de 55 empresas en todo el mundo.
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