Mina limpia e inteligente
El complejo de Velardeña deja atrás la imagen tradicional de mineros con picos y palas. Ahora sus procesos son automatizados.
P eñoles, división minera de Grupo Bal, invirtió 206 millones de dólares (mdd) para construir y equipar la segunda mina de cinc más grande de México, con una capacidad instalada de molienda de 1.9 millones de toneladas al año: el complejo Velardeña, ubicado en el municipio de Cuencamé, en Durango.
La compró en 2006 a Grupo México, y en 2013 inició operaciones hasta convertirla en una de las minas más modernas del grupo de Alberto Baillères. Además de cinc —usado en industrias metálicas, farmacéutica y cosmética— de la mina también se extraen materiales como plomo, cobre, oro y plata, aunque en menor medida.
Aquí, todos los procesos son automatizados, lo que incrementa la seguridad de los trabajadores, permite recuperar una mayor cantidad de minerales y reduce costos, mientras que su domo gigante ayuda a mitigar la emisión de polvos.
3,750 mdp es el valor de los activos fijos de la mina, entre los que están la maquinaria y la tecnología.