DIGITALIZAR LA CALIDAD
Entrevista: Luz María Karg, de la ASQ.
A l finalizar la Segunda Guerra Mundial, en 1945, el mundo industrial vivió una de sus grandes transformaciones: la irrupción del sistema de manufactura de Toyota, que centró su enfoque principal en la calidad de los procesos y cambió para siempre la manufactura. Su alcance fue tal que, años después, empresarios estadounidenses crearon la Sociedad Americana de Calidad (ASQ, por sus siglas en inglés) donde compartían experiencias y metodologías para establecer un sistema de mejora continua. Hoy, esta asociación, que reúne a 80,000 miembros en el mundo — de los cuales, 2,000 pertenecen a México—, se ha enfocado en entender el impacto de las tecnologías en la calidad.
factura le cuesta brutalmente. Cada error, cada desviación de una especificación (cuesta), porque le pega a la productividad, la rentabilidad y la imagen... En el mundo industrial todavía esto se mide con especificaciones superclaras. El impacto de la calidad va desde lo económico hasta las posibilidades futuras por atraer clientes, mantenerlos y crear fidelidad. Tener defectos o desperdicios, es carísimo... La mayoría de las grandes manufactureras en México están aquí porque son parte de una negociación global y los márgenes son muy castigados. Son contratos donde las penalizaciones por no cumplir con los estándares son altísimos, e influyen en la próxima negociación.
¿Las empresas en México son conscientes de esto?
La industria manufacturera en México es muy madura y muchas organizaciones están conscientes de que parte de su ventaja competitiva es la calidad y el impacto que tiene en su operación. Los grupos de calidad en la manufactura son muy grandes: hay un grupo dedicado a la calidad, uno dedicado a la mejora continua y muchas organizaciones tienen una visión de excelencia, hablan en términos de excelencia y se miden mejorando todos sus procesos y sus estándares. México está en un excelente lugar porque estamos en manufactura de clase mundial, somos parte de las cadenas de valor de la industria de avanzada. Claro que hay muchos retos, siempre hay retos, pero se entiende y se valora.
¿Cómo influye el cambio tecnológico en el concepto?
Los riesgos son mayores cuando tienes todo conectado. Si estamos hablando de manufactura 4.0, hablamos de procesos casi autónomos, se retroalimentan totalmente por sí mismos, y ahí la calidad juega todavía un papel mucho más importante porque vas a tener el control de tu proceso de principio a fin. El IoT sirve para medir las variables críticas del proceso en tiempo real... Tener una cantidad importante de datos es el sueño de cualquier persona de calidad. Imagínate una planta que tiene 20 líneas de producción, con sensores que capturan información de 20 variables, eso todavía se escala y requiere de capacidades analíticas, pero definitivamente es un cambio que hay que transicionarlo. La calidad va a seguir siendo relevante, no hay manera de que la tecnología aparte el concepto de calidad, aunque lo veamos desde la perspectiva artesanal, hay procesos continuos donde puedes eliminar la variación.
¿Las nuevas tecnologías ponen en riesgo a los gerentes de calidad?
Tal vez ya no tengan una participación reactiva, sino activa. Hoy están cuidando que el proceso cumpla con ciertas especificaciones. En el futuro van a estar haciendo cambios para hacer el proceso más productivo. Uno de los retos de la manufactura automatizada va a ser la capacidad de reaccionar muy rápido a los cambios que pide el consumidor. Entonces esto es un reto enorme: hacer cambios en línea, cambios en procesos, cambios en productos continuamente, y ahí viene otra participación importante, porque desde el diseño tienen que cumplir con ciertas especificaciones. El nombre ‘calidad’ tal vez se quede embebido en la organización y ya no sea un departamento aparte.
¿Cómo es el acercamiento de la ASQ con las empresas?
Tenemos membresías que son organizacionales. Con ellas tratamos de proveer a los empleados que están preocupados por la calidad y entienden su valor, de las herramientas que desarrolla la ASQ. Tenemos un modelo de competencias que es un marco de referencia para los profesionales de calidad; la descripción de la posición y qué competencias debes saber desde que entras a una organización en ‘Calidad’ hasta que eres gerente, y 18 certificaciones individuales. Es uno de los grandes valores que tiene la ASQ: poder validar tu experiencia técnica y conocimiento técnico, es una ventaja competitiva para la persona y la organización.
¿Cuál es el papel de la ASQ en el tema de digitalización?
Hacemos muchas investigaciones con el fin de darle a nuestros profesionales de calidad una visión mucho más completa de las megatendencias para que ellos puedan irse preparando y realmente entender, ayudar a sus organizaciones a tomar decisiones que los lleven a surcar todas estas transiciones tecnológicas y retos disruptivos. ASQ es líder en esta parte de formar comunidad y llevarlos juntos a la transformación. Uno de los estudios que liberamos en 2017 habla de las competencias cambiantes de los profesionales de calidad... seguramente se va a retomar y se va a ir revisando sobre cuáles son los retos para un profesional de calidad. Esta parte de analítica avanzada, este tipo de cosas, habrá que irlas descubriendo, no es que ya esté ahí y uno tiene que tomar un libro y entenderlo, hay que ir haciendo el camino.