Juana de Abaje, la feminista
El conocimiento fue el centro de la vida de Juana de Asbaje. Cada acción emprendida, incluso las que parecían hacerla retroceder, la enfilaba hacia su objetivo central: El saber, negado a las mujeres de su tiempo.
Transgredir el estereotipo de género tuvo un alto costo para Juana de Asbaje y Ramírez de Santillana. Nacida el 12 de noviembre de 1651, ella fue una feminista completa desde que tuvo memoria. Prueba de ello fue cuando a los dos años urdió un plan para aprender a leer. No era sólo el esfuerzo intelectual por el conocimiento, sino la planeación de una estrategia que le hiciera sortear los obstáculos de género, tal como lo narra en la “Respuesta a Sor Filotea”:
“No había cumplido los tres años de mi edad cuando, enviando mi madre a una hermana mía, mayor que yo, a que enseñase a leer en una de las que llaman ‘Amigas’, me llevó a mí tras ella el cariño y la travesura; viendo que le da- ban lección me encendí yo en el deseo de saber leer, de manera que, engañando, a mi parecer, a la maestra, le dije: Que mi madre ordenaba que me diese lección. Ella no lo creyó, porque no era creíble; pero por complacer al donaire, me la dio. Proseguí yo en ir y ella en enseñarme, ya no de burlas, porque la desengañó la experiencia, y supe leer en tan breve tiempo, que ya sabía cuando lo supo mi madre”.
Cuatro años después de aprender a leer se enteró que existían las universidades y hacia allá enfiló su nuevo objetivo. Antes y después de que tomara los votos
interr_umpiera era llamada por la corte virreinal por su ingenio y conocimientos, ella acudía con agrado aunque ello sus estudios, porque sabía que esas relaciones públicas le ayudaban a vencer resistencias de la iglesia católica.