Ribera de Tlajomulco en riesgo: Sánchez
El temporal 2018 podría representar un riesgo para la zona de la ribera de Cajititlán en Tlajomulco por inundaciones, pues el candidato del PRI a la presidencia municipal, Antonio Sánchez, señaló que existen omisiones por parte del gobierno municipal que les cobrarán factura a los ciudadanos de esta zona.
En rueda de prensa, recordó el alud que afectó al poblado de San Miguel Cuyutlán en agosto de 2011, mismo que se generó por el daño ocasionado en la vegetación por un incendio en la parte alta de Cerro Viejo, lo que impidió que el agua pudiera filtrarse de manera adecuada y arrastró lodo, maleza y piedras que se depositaron en las calles de San Miguel.
Al respecto, el aspirante a la alcaldía del municipio ladrillero consideró que el municipio no es capaz de garantizar la tranquilidad a sus habitantes debido a que ha sido omiso en el cumplimiento de las recomendaciones de autoridades estatales como la reforestación de la parte alta del Cerro Viejo, además aseguró que existe riesgo para poblaciones y cultivos que se asientan a los alrededores de la laguna de Cajititlán debido a que tampoco se atiende el estado de la compuerta de desfogue y es posible que se inunden las zonas aledañas.
Según el candidato tricolor, el gobierno municipal no cumplió con “la instalación de un sismógrafo, que descarte la presencia de microsismos en el Cerro Viejo, recomendado por especialistas de la Universidad de Guadalajara”, así como con “la construcción de gaviones en las cañadas por las que de manera estacional baja el agua pluvial durante el temporal”.
En lo que corresponde al tema de la Laguna de Cajititlán, Sánchez exigió que la actual administración “se avoque de manera urgente a revisar el estado de la compuerta, que está a su cargo y realizar en coordinación con la Conagua las obras correspondientes para que puedan utilizarse en caso de emergencia”, incluso tener una segunda compuerta para un manejo más eficiente de los niveles del vaso lacustre.
Pidió también que de manera “urgente” la Unidad Estatal de Protección Civil, así como las comisiones estatal y nacional del agua, desarrollen una inspección, tanto de las compuertas de la laguna, como de los arroyos por los que baja el agua y se realicen las acciones necesarias para garantizar “tapar el pozo antes de que se ahogue el niño” y no se viva un episodio que lamentar.