Teatro a una sola voz llega a foros de Guadalajara
El Festival de Monólogos Teatro a una Sola Voz llega a Jalisco por quinto año consecutivo. En esta ocasión de las siete obras que estarán del 15 al 21 de julio son dos jaliscienses.
El encuentro se realizará en ciudades de 12 estados del país. Por primera vez estará en Guadalajara, ya que en ediciones anteriores las sedes habían sido Lagos de Moreno, Ajijic y Puerto Vallarta. Los foros de la ciudad que albergarán el encuentro son el Teatro Jaime Torres Bodet, LARVA y el Teatro Alarife Martín Casillas.
Gabriela Escatel, coordinadora de Teatro de la Secretaría de Cultura de Jalisco (SC), destacó que los asistentes podrán disfrutar obras para toda la familia, otras que son sólo para adultos, con diversas temáticas y que plantean perfiles estéticos diversos, algunas más tradicionales y otras más experimentales.
El Festival de Monólogos Teatro a una Sola Voz, comenzará el próximo domingo 15 de julio a las 20:00 horas con la obra Casquito, que presenta la compañía La Pochota y finaliza el 21 de julio a las 20:00 horas con Tijuana, una obra original de la compañía Lagartijas tiradas al sol. Los monólogos elaborados por artistas locales son Lluvia, ciento sesenta letras para volver a empezar, de Lluvia, ciento sesenta letras para volver a empezar la compañía Paralelo Teatro y Las estrellas en el Castillo, de Escena Imprudente, mientras que el resto provienen de Chiapas, Veracruz y la Ciudad de México.
Liliana Rojas, directora del Teatro Jaime Torres Bodet, comentó que la colaboración entre la SC y el Ayuntamiento de Guadalajara es muy positiva y añadió: “El unipersonal necesita esta cercanía y una intimidad con relación artista-público y creo que este foro es ideal para este tipo de montajes”.
El festival tendrá una extensión en los Miércoles de Teatro que se realizan en el Teatro Alarife Martín Casillas como parte del programa Vive el Arte. Y en esta ocasión será la obra Ik dietrick fon, el inusitado romance de Petreck Boll, dirigida por Martín Zapata, la que se presente el miércoles 18 de julio a las 20:00 horas.
Todas las funciones son gratuitas y los boletos se entregarán una hora antes de cada función. Mayor información en www. cultura.jalisco.gob.mx
La obra Ik dietrick fon, el inusitado romance de Petreck Boll estará en los Miércoles de Teatro
cupados en distintos asuntos, obligados a resolverlos en ese instante, brincan a la mesa, se sientan encima del teclado, dirigen el mouse de la computadora, escribiendo un misterioso aforismo. La elasticidad de su cuerpo no hace más flexibles sus decisiones. Montaigne tenía la compañía de varios eruditos que ponían en orden su inmensa biblioteca, y cuando les pedía consejo para alguna línea de sus ensayos, tomaba un cordón y dialogaban importantes cuestiones, y concluía que el gato era el que jugaba con él. Se debaten en dilemas que requieren de un serio análisis, T S Eliot, en su poema del gato llamado The Rum Tum Tugger, describe su hamletiana personalidad, ante la densidad del aburrimiento quiere ir afuera y como “siempre está del lado equivocado de la puerta”, hay que volver a invitarlo a pasar, entrando en un círculo interminable de dudas, entradas y salidas. En las entrevistas siempre tienen algo que decir, maúllan participando en el momento más polémico de la conversación aportando desconcierto y derribando un argumento que se pierde a la menor divagación. En una demostración de la inestabilidad de la materia tienen la capacidad de desaparecer, buscarlos es una misión de psíquicos y magos, capaces de ver fantasmas y espíritus, y una vez agotados los recursos de la investigación, ¡zaz! aparecen con paso silencioso, y mira alrededor preguntándose qué interrumpió su paseo. Impacientes, no les gusta posar para pintores, obligan a que la memoria y la observación trabajen, susceptibles detectan cuando los miran y se mueven de inmediato, Leonardo y Foujita los retrataron en movimiento o dormidos que es la única forma de que estén quietos. Estudiar un gato para dibujarlo debería ser una materia obligada en las carreras de arte, ver si la elástica columna gira del lado derecho o el izquierdo y si la proporción de la cola varía según las circunstancias. Rayados, rojos, grises, blancos, combinados, negros, con traje de noche tipo tuxedo, con calcetines y guantes, chalecos, antifaces, cejas y bigotillos blancos, el ajuar es interminable, con obsesión lo cuidan, se hacen largas toilettes, baños delicados y profundos. Ahuyentan a la soledad, a la tristeza y a las plagas que merodean una casa, limpian de dolor el alma y con su mirada nos dicen que son fieles, vigilantes y protectores. Contemplan por las ventanas añorando el espacio, ven pasar a los pájaros, y mientras beben un poco de leche o se saborean un plato de crema, con el movimiento de la cola nos dicen que aún son salvajes. En el desayuno compartimos un poquito de pan, en la cena adoran la avena o una hoja de espinaca, nos hacen sentir que les gusta lo que hacemos, que viven nuestro presente en completa entrega, que no escatiman su presencia. Ven llegar a la noche con sus ojos brillantes, y se trasforman, recuperan su leyenda, se mitifican en el interminable abismo de los seños, y calientan el regazo, duermen con su pausada respiración, y nos abrazan y nos dicen: somos solitarios en compañía.