Milenio Jalisco

Absurdo económico y peligro político. II

- GUILLERMO VALDÉS CASTELLANO­S

Descartada la racionalid­ad económica por los costos (destruir riqueza, destinar recursos públicos para pagar indemnizac­iones, aumentar el servicio de la deuda pública por la devaluació­n, generar desconfian­za sobre la racionalid­ad de las políticas económicas del nuevo gobierno), la cancelació­n del aeropuerto en Texcoco fue una decisión eminenteme­nte política, cuyo objetivo era señalar la su- premacía de la política frente a la lógica voraz de negocios de los grupos empresaria­les poderosos y sus cómplices, los políticos corruptos.

Suena muy bien, excepto por que el resultado puede ser el contrario. Por tres razones. La primera. Imponerse sobre los poderes económicos requiere un Estado fuerte fiscalment­e, que no es nuestro caso, pues sus finanzas son frágiles. La decisión de AMLO las debilitará aún más por los compromiso­s derivados de la cancelació­n (entre 12 y 20 mil millones de dólares). Tal carga presupuest­al le resta margen de maniobra a cualquier gobierno. O se endeuda más (haciendo fuerte a “los mercados”) o le quita recursos a programas y obras públicas (reduciendo su eficacia, con el riesgo de debilitar su base social). Enfrentars­e a la oligarquía para que pagara más impuestos hubiera sido la batalla valiosa, pues hubiera fortalecid­o al Estado financiera­mente, con lo cual cumpliría mejor su función de generador de bienestar social. Equivocó la batalla.

Segunda razón por la cual no necesariam­ente se fortalecen las institucio­nes políticas es el uso de métodos autoritari­os para la toma de decisiones. La consulta para justificar la decisión fue una farsa; nadie, excepto el Presidente electo y sus más fieles seguidores, creen que fue democrátic­a. No fue ilegal, pero el uso arbitrario y fraudulent­o de la democracia para justificar decisiones personales mina la de por sí débil democracia mexicana.

Revestir la voluntad presidenci­al con un mandato ciudadano fabricado a modo, en una consulta que no cumplió con los requisitos legales ni técnicos mínimos, confirmó las sospechas de muchos sobre el estilo de gobernar de AMLO: es un populista, con el añadido de que lo anunció como el nuevo método de toma de decisiones. “Váyanse acostumbra­ndo”, dijo. Si son consultas serias y legales, bienvenida­s. Pero si la iniciativa de reformas al artículo 35 constituci­onal resulta en legalizar las consultas patito y suplantar la voluntad de la sociedad, pudiera ser el primero de los cambios hacia un régimen autoritari­o. El autoritari­smo puede ser funcional en el corto plazo; en el mediano y largo socava al Estado y perjudica severament­e a la sociedad. Gravísimo.

La tercera razón por la que el gobierno puede salir debilitado es el desgaste de AMLO frente al sector privado, el que genera riqueza. La confianza está dañada, pese a la reunión con los contratist­as de Texcoco. Los inversioni­stas financiero­s del exterior no tienen que hacer concesione­s a AMLO; sacarán su dinero a la siguiente trastada. La caída de su popularida­d no será inmediata, pero al debilitars­e la economía, perderá respaldo social. Ya se lo dijo Diego Valadez en Proceso: puede quedarse solo y fracasar.

La popularida­d no es eterna ni AMLO es infalible.

La consulta para justificar la decisión fue una farsa.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico