SOBRE EL
Constantemente leemos en internet y en medios de comunicación información relacionada con la sexualidad, particularmente con la práctica erótica, es decir, con el placer. Las noticias están llenas de cifras, datos, descubrimientos que pueden ser de utilidad para los y las sexólog@s, así como para otros estudiosos de estos temas, pero que suelen confundir al público en general.
Se habla de promedios relacionados con el tiempo “máximo” o “correcto” que debe durar la relación sexual y así como algunos se asombran de lo “mucho que duran” algunas parejas, a otros les resulta absurdo manejar en minutos una actividad que, cuando se amplía el panorama de lo erótico y se organiza de otra manera, puede perdurar durante horas o hasta días. Nos dan medidas del pene y de los senos, cantidad de veces que en promedio deberíamos dedicarnos al placer en una semana y de semen que se debe expulsar; se registra en qué naciones se encuentran los “mejores amantes”, de qué raza son las mujeres más ardientes, a qué edad se llega al esplendor sensual. También nos informan que existe el Punto G, el U y hasta el X, el Y y el Z en el interior de las mujeres, los cuales se deben estimular de tal o cual manera (aunque ni siquiera hayamos entendido el papel y virtudes del clítoris, que tan a la vista y a la mano se encuentra), pero años después nos informan que no, que tal sitio solo existe en las fantasías.
Esta información nos hace concluir que somos buenos o malos amantes, que nuestra vida sexual es placentera o no tanto, que deberíamos innovar de diversas maneras, buscar flamantes parejas a cada rato, comportarnos de acuerdo a como creemos que vamos a agradar, aunque eso esté lejos de nuestra verdadera manera de ser, pero pocos nos dicen que, como bien sostiene la sexología, TODOS somos únicos e irrepetibles y, por ende, tenemos una serie inacabable de particularidades, de gustos, de aprendizajes, de sensaciones dentro y fuera de nosotros, las cuales, aunadas a las características de nuestra pareja, el entorno, nuestra enjundia, disposición, paciencia, entusiasmo, amor y deseo, deberíamos explorar con curiosidad, más allá de lo que San Google diga.