EU saca 60% de su personal de Cuba
Washington también suspendió a los ciudadanos de la isla la expedición de visas para entrar a Estados Unidos tras la falta de resultados en torno a la agresión
El gobierno del presidente Donald Trump anunció el retiro del “personal no esencial” de su embajada en La Habana y la suspensión de visas a los cubanos “por tiempo indefinido”, en la segunda medida de presión contra las autoridades insulares, encabezadas por el mandatario Raúl Castro, por los presuntos “ataques acústicos” que presuntamente sufrieron una veintena de diplomáticos estadunidenses en la isla.
Medios oficiales cubanos informaron que Washington también invitó a los ciudadanos estadunidenses a abstenerse de viajar a la isla caribeña, en momentos en que Cuba tiene al turismo internacional como la principal fuente de ingresos, en moneda dura, para resarcirse de los multimillonarios daños ocasionados por el huracán Irma a unos 2.1 millones de personas.
El gobierno cubano respondió a Estados Unidos que la decisión “es precipitada” y afectará las relaciones bilaterales y de cooperación, pese a que Washington enfatizó que mantendrá sus vínculos oficiales con La Habana. “La voluntad de Cuba es conti- nuar la cooperación activa para el esclarecimiento de estos incidentes” y para ello “es esencial el involucramiento efectivo de las autoridades estadunidenses”, afirmó a la prensa Josefina Vinal, directiva de la cancillería cubana.
EU informó a Cuba de esos misteriosos incidentes en febrero pasado y acto seguido expulsó a dos diplomáticos cubanos como primera represalia. El canciller cubano, Bruno Rodríguez, y el secretario de Estado de la admi- nistración Trump, Rex Tillerson, examinaron el delicado asunto el pasado martes, a solicitud de La Habana.
Aunque EU ha dicho que desconoce el origen de estos supuestos ataques y ambos gobiernos colaboran en la investigación al respecto, Washington advirtió que las represalias se mantendrán hasta que los cubanos garanticen la seguridad de sus funcionarios.
La decisión estadunidense implica la permanencia en su embajada de La Habana de los “empleados de emergencia”, por lo cual se estima que 60 por ciento de los diplomáticos y sus familias abandonarán la isla.
Las autoridades de EU también emitieron una “alerta de viaje” advirtiendo a sus ciudadanos que podrían verse afectados si visitan Cuba. Diplomáticos estadunidenses han dicho que los presuntos ataques habrían ocurrido también en el hotel Capri de La Habana.
Washington afi rma que son 21 las víctimas confirmadas, algunas con pérdida auditiva crónica o conmoción cerebral, mientras que otras sufren náuseas, jaquecas y zumbidos.
La principal comentarista de la televisión nacional cubana en este asunto, Cristina Escobar, aseguró ayer que la decisión del gobierno republicano de Trump “solo beneficia a quienes están interesados en impedir el desarrollo de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”.
El dirigente del exilio cubano en Miami, Ramón Saúl Sánchez, cabeza del Movimiento Democracia, afi rmó que el “verdadero castigo” al gobierno de Cuba por los llamados “ataques acústicos” sería elevar el caso a instancias internacionales.
Los incidentes acústicos habrían comenzado cuando Raúl Castro y el anterior presidente estadunidense, el demócrata Barack Obama, avanzaban en el deshielo entre Washington y La Habana.