Buenas noticias desde El Vaticano
. Después de cuatro años como Papa, Francisco ya ha dado claras demostraciones de lo que pretende: una iglesia pobre para los pobres, austera y generosa; un énfasis en la misericordia como principio fundamental para atender a los fieles, dejando de lado cualquier condena; una descentralización en el gobierno pastoral, favoreciendo la sinodalidad; una actitud de mayor cercanía con la gente, con base en su sencilla personalidad y la llamada de atención sobre el necesario cuidado del medio ambiente, para hacer honor a su nombre.
2. Pero esta semana nos enteramos de otros aspectos que nos demuestran su interés en temas que ya habían sido tocados por el Papa argentino, pero que hoy cobran especial notoriedad. Asuntos relacionados con las finanzas vaticanas, siempre envueltas en un halo de misterio; el ataque frontal a la corrupción, dentro y fuera de la Iglesia; y la preocupación constante por el tema de la pobreza, al que se refiere con frecuencia. No olvidemos que, cuando fue electo, el cardenal brasileño Hummes le dijo: “No te olvides de los pobres”.
3. En primer lugar, nos llega una interesante información desde el Vaticano: el IOR (Instituto para las Obras de la Religión), es decir, el Banco Vaticano, presentó un informe sobre sus actividades del año 2016, con el título: “El dinero tiene que servir, y no gobernar”. Aunque es una indicación de Francisco que no se busque la eficacia económica a cualquier precio, el informe revela que los gastos operativos del IOR se redujeron en un 30%, y que sus operaciones son auditadas por firmas tan prestigiadas como Deloitte&Touche.
4. Por otra parte, también se informa que el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, y la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales, convocaron a un “Debate Internacional sobre la Corrupción”, realizado el día de ayer. El tema siempre ha interesado al actual Papa, y así lo reflejó en la conversación que sostuvo con Andrea Tornielli – El nombredeDioses Misericordia–, cuando dijo: “La corrupción es el pecado que, en lugar de ser reconocido como tal, y de hacernos humildes, es elevado a sistema… se convierte en una manera de vivir”.
5. En tercer lugar, y con mucha anticipación, el Papa nos anuncia que el próximo 19 de noviembre de este año se celebrará la Primera Jornada Mundial de los Pobres. Lleva por lema “No amemos de palabra sino con obras” y, a reserva de comentar en el futuro el mensaje que con ese motivo nos dedica Francisco, define a la pobreza como una situación escandalosa, fruto de las injusticias humanas que debemos combatir, y como una manifestación de la espiritualidad propia del discípulo de Jesucristo, que nos invita a asumir.
6. Los tres datos son reveladores, y forman ya una constante en el magisterio papal: el dinero debe servir para ayudar, y no para enriquecernos, por lo que conviene administrarlo con absoluta transparencia. Ligado a su mal manejo aparece con demasiada frecuencia el tema de la corrupción, que se ha convertido, quizá, en nuestra enfermedad más grave. La desigualdad económica, entre otras, es la causa de aquella pobreza que no es deseada, y que tiene a millones de personas en situaciones infrahumanas.
7. Cierre ciclónico. El próximo domingo es día del padre. Ya sea que lo tenga aquí en la tierra, o que ya está en el cielo, platique con él. Dígale que siempre lo ha admirado y lo tiene en su corazón, que es la sensación permanente del amor en su vida, que le enseñó más que cualquier otro maestro. Recuerde con él los momentos más felices que pasaron juntos, y pídale que le siga aconsejando. Usted ya sabe lo que le va a contestar su papá, pero a usted y a él le sirve el que le pregunte y él responderle. Dígale, oh herejía, que ha sido Dios para usted.