Milenio Monterrey

Por quién votaré en 2018 (primera aproximaci­ón)

- CARLOS PUIG Twitter: @puigcarlos

Acontecimi­entos recientes me han obligado a tomar una decisión sobre mi voto en la presidenci­al de 2018. Sin importar partido, ideología, propuesta, independen­cia de los poderes fácticos, de la mafia del poder, de Nicolás Maduro o Valdímir Putin, mi voto irá para aquel candidato a la Presidenci­a de la República que tenga más años en el planeta, el más viejo. Si no hay ninguno de 70 años o más, es muy probable que me abstenga y haga campaña contra el más joven.

Estoy dispuesto a votar por alguno de más de 65 años, siempre y cuando tenga algún problema de salud que me asegure que no vivirá mucho más tiempo después de terminado su sexenio. O por alguien menor —no mucho— que demuestre interés por algún día dedicarse a leer, pescar, tal vez bordar, atender a sus nietos y ver los atardecere­s.

México tiene muchos problemas, corrupción que parece tocarlo todo, un aparato de seguridad y justicia que no funciona, un sistema electoral inútil para detectar y sancionar las trampas, tenemos una economía atoradísim­a en la medianía, una desigualda­d ofensiva y una pobreza contra la que parece que no podemos…

Y espero que todo esto se debata en los meses que nos faltan, y espero, sin mucha esperanza, que esos sean los temas por los que se decida la elección.

Pero por lo pronto, y dados los acontecimi­entos recientes, mi primera decisión es clara: no quiero nunca más tener un ex presidente que dure mucho tiempo. También, para ganar mi voto, será importante defender la pensión de los ex presidente­s y un dinerito para algún tipo de staff. Para que se sientan tranquilos.

Ahora: se deberá agregar a esa pensión eterna la condición de que se queden calladitos, atendiendo la familia, leyendo o escribiend­o —no se rían— algún libro, viendo Netflix, yendo al cine, alguna actividad deportiva, tal vez dando clases de algo que sepan o hayan aprendido en los seis añotes que vivieron en Los Pinos, o dando conferenci­as para decir generalida­des con palabrotas que los haga ver inteligent­ísimos y preocupado­s por asuntos fundamenta­les para el futuro del planeta.

Nada más. Nada de grilla, de amenazas, de meterse en la política cotidiana, de intercambi­ar vulgaridad­es con presidente­s extranjero­s, de cambiar de partido ni de hacer campaña por nadie o contra nadie.

Ya tuvieron su oportunida­d única, irrepetibl­e, fueron poderosos, el más. Si se aburren en su casa, no es culpa nuestra. Ya, por favor.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico