Aprobado, solo el 16% de camiones en NL
Del padrón total de urbanos, 727 están en condiciones para operar
Ados años de la gestión del gobierno actual, solo 16 por ciento de los camiones en el área metropolitana de Monterrey reúnen los requisitos físicos, mecánicos y eléctricos para operar, según las inspecciones realizadas por la Agencia Estatal del Transporte (AET).
Y es que hasta el momento la AET solo ha revisado mil 207 unidades de un padrón vehicular de 4 mil 453, entre octubre del 2015 a mayo del 2017, de los cuales solo 16.32 por ciento, es decir, 727 unidades, reúnen condiciones óptimas para operar.
El resto de las unidades, es decir, 3 mil 246 vehículos, ni siquiera han pasado por el protocolo de la revisión, por lo que no es posible saber si este 73 por ciento de camiones concesionados que prestan el servicio del transporte en el área metropolitana están o no en condiciones adecuadas para su uso.
Estas cifras corresponden a información solicitada vía transparencia por el colectivo Únete Pueblo hacia la Agencia Estatal del Transporte, a la que tuvo acceso MILENIO Monterrey.
El artículo 58, fracción VI de la Ley de Transporte para la Movilidad Sustentable del Estado, establece que todos los prestadores del servicio de transporte deberán someterse a inspecciones previamente programadas por la Agencia, con tal de acreditar su cumplimiento con los estándares de comodidad, seguridad, higiene y eficiencia.
Igualmente, la fracción XI del artículo 7 de la Ley de la Agencia para la Racionalización y Modernización del Sistema de Transporte Público de Nuevo León, menciona que una de sus atribuciones es realizar las verificaciones técnicas a los vehículos que brindan servicio público.
Para la organización Únete Pueblo, el padrón es completamente irregular, y ha estado operando en la opacidad. Rocío Montalvo, vocera de la agrupación, señala que se vieron en la necesidad de interponer un juicio de revisión ante la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información (Ctainl) debido a que la Agencia Estatal del Transporte se negaba a entregar la información. “En administraciones pasadas estas revisiones iniciaban de enero a mayo, eran los primeros meses, era la primera revisión, y la segunda vuelta para constatar, porque se les hacían observaciones y tenían ese tiempo para presentarlas, entonces se hacía una segunda revisión para ver cuáles cumplían y cuáles eran las que debían de salir. Sin embargo, pues en esta administración desde que llegó la verdad hizo omisión ya a esas actividades que se tenían que hacer”, concluyó.
Puntualizó que en administraciones pasadas había más acceso a la información y mayor orden en el calendario de inspecciones que se realizaba cada seis meses.
Durante el sexenio de Rodrigo Medina el último registro de revisiones se realizó de enero a junio del 2015.