LEGISLAR RECONOCIENDO LAS ASIMETRÍAS ENTRE MUJERES Y HOMBRES
Todo debe iniciar en el mismo Poder Legislativo, donde las comisiones que lo integran, garanticen de facto, la igualdad.
e ha conseguido promulgar leyes y contar con un importante marco jurídico que garantice los derechos de las mujeres, pero que, en la realidad, estos no son reconocidos social ni políticamente prevaleciendo la desigualdad de género. Las leyes, las políticas y los programas federales, estatales y municipales pueden producir o reforzar la desigualdad de género sin buscarlo deliberadamente, por ello, durante la elaboración, ejecución y evaluación de cualquier intervención o iniciativa pública es necesario analizar sus posibles consecuencias sobre las condiciones de vida de mujeres y hombres.
Las bases de la desigualdad pueden reformarse mediante leyes y reformas económicas, fiscales, productivas, comerciales y sociales que incorporen la perspectiva de género y que permitan el avance de la igualdad entre mujeres y hombres. Para lograrlo, se requiere de un Poder Legislativo con enfoque de género y labor sumativa y coordinada del conjunto de comisiones que lo integran para poder garantizar la igualdad formal ( de facto), es decir los derechos expresamente consagrados en las normas jurídicas y constitucionales.
Exige revisar los marcos normativos y la legislación existente en el país para identificar y, si es necesario, subsanar desigualdades en el reconocimiento de derechos entre mujeres y hombres considerando la legislación internacional, los instrumentos y convenios firmados, así como los compromisos regionales y mundiales asumidos por el país.
De igual forma, implica adoptar la estrategia de transversalización de género en la función legislativa para la preparación, el análisis y la discusión del conjunto de las iniciativas legislativas y con atención en la posible existencia de prácticas de discriminación y brechas de género en diferentes ámbitos sociales e institucionales.
La transversalización de género no está confinada a una comisión específica, sino que forma parte del trabajo de las comisiones encargadas de la asignación de recursos económicos y financieros, así como las asignadas a temas de seguridad, defensa, medio ambiente, justicia, trabajo y previsión social, entre otras. “El proceso de transversalización del tema de género implica considerar, en un mismo plano de importancia, al proceso de generación de voluntad política, de toma de decisiones y el resultado de la gestión”.
Legislar con perspectiva de género significa el reconocer las asimetrías entre mujeres y hombres para cerrar las brechas de desigualdad existentes, eliminando prácticas omisas de género plasmadas en las leyes existentes y políticas públicas que han retrasado el desarrollo y calidad en la vida de las mujeres, es decir, la igualdad de género. Incorporar la perspectiva de género al legislar, permitirá eliminar la desigualdad jurídica que es trascendente, porque la igualdad de género es el reconocimiento de derechos que deben tener mujeres y hombres. “Avanzar en la legislación con perspectiva de género significa un paso en el comienzo de una nueva era de mayor justicia”.
En la práctica se ha demostrado que los problemas de la igualdad de género no están en la ley sino en la interpretación de la misma por lo cual es necesario y urgente revisar disposiciones que se encuentran declaradas en la constitución mexicana y que aún no cuentan con una homologación de los principios de igualdad de género. Se debe reconocer que en el orden institucional que prevalece, hay un conjunto de disposiciones jurídicas normativas que condicionan y excluyen a las mujeres de la disposición de muchos de los recursos y de las oportunidades. En consecuencia, “legislar con perspectiva de género es vincular la legislación con la igualdad de género, porque la igualdad de género no entra en contradicción cuando se legisla garantizando los derechos de las mujeres”.
Las bases de la desigualdad pueden reformarse mediante leyes y reformas económicas, fiscales, productivas, comerciales y sociales que incorporen la perspectiva de género