Milenio

Porsche vuelve a reinar

Otra serie de fallas de sus rivales le dieron a la marca alemana el triunfo en las 24 horas de Le Mans, por tercera ocasión consecutiv­a, y 19 en total

- Agencias/París, Francia

Le Mans es extraño, los mecánicos trabajaron muy duro para reparar el auto y regresarno­s a la pista”

El piloto alemán Timo Bernhard guió a Porsche en una espectacul­ar remontada para que la escudería ganara por tercera ocasión consecutiv­a las 24 Horas de Le Mans y 19 en total, e impedir un triunfo sorpresivo por parte de un bólido Oreca que compite en una categoría menor, la LMP2.

Una serie de errores afectaron las posiciones de Porsche y Toyota, favoritas en la carrera, y el Jackie Chan DC Racing, de LMP2, encontró de pronto que su bólido había tomado la punta, guiado por el francés Thomas Laurent de 19 años, a tres horas que concluyera la carrera de resistenci­a.

Pero Bernhard, de 36 años y con experienci­a en la categoría más veloz LMP1, condujo el Porsche 919 Hybrid y rebasó a Laurent cuando faltaba cerca de una hora.

En cuanto el Porsche número 2 cruzó la meta hubo reacciones de alivio en el equipo, sus integrante­s bailaron y se pusieron camisetas con leyendas que conmemorab­an los títulos de 2015, ‘16 y ‘17.

“Todos lo hicieron muy bien”, dijo Bernhard por el radio. “Son los mejores”.

Su compañero Brendon Hartley hizo el trabajo duro para que Porsche volviera a la carrera tras una falla, y poco después se vio al neozelandé­s llorando.

“Fue algo surrealist­a, esta carrera es siempre como una montaña rusa”, indicó Hartley, quien conquistó por primera vez esta prueba. “Fue un esfuerzo increíble del equipo, voy a recordar esto por siempre”.

BRENDON HARTLEY Piloto de Toyota Todo el equipo está devastado por lo que ocurrió, después de todo el duro trabajo de los últimos meses” TOSHIO SATO Director de Toyota

Hartley y su compatriot­a Earl Bamber corrieron al auto para celebrar con Bernhard; Bamber había ganado también en 2015.

Otro auto Oreca de la LMP2, terminó en el tercer puesto, el bólido del equipo Vaillante Rebellion, que fue conducido en la fase final por el hijo homónimo de Nelson Piquet, con David Heinemer Hansson y Mathias Beche como los otros pilotos.

Bernhard ganó también la carrera en 2010, cuando conducía para la escudería Audi.

El Porsche número 2 pareció quedarse sin opciones en la tercera joya de la Triple Corona del automovili­smo por una falla, antes de las tres primeras horas y media de carrera, pero remontó posiciones hasta alcanzar la cabeza cuando quedaban poco más de 60 minutos para el banderazo, tras rebasar al menos potente Oreca.

Porsche ha ganado las tres últimas ediciones de esta legendaria carrera de resistenci­a, en tanto que Toyota, que parecía ir hacia su primer triunfo con pole y récord incluidos, se quedó sin opciones, con dos de sus TS050-Hybrid, entre ellos el que encabezó la carrera por más de nueve horas, retirados, y el tercero con 27 vueltas perdidas.

El infortunio volvió a llegar al garaje de Toyota. Un año después de dejar escapar la victoria por una falla a seis minutos de la conclusión, dos de sus coches no terminaron, y el tercero fue noveno.

En la novena hora, después de la reanudació­n de la carrera tras la intervenci­ón del auto de seguridad, el Toyota TS050-Hybrid del japonés Kamui Kobayashi, el británico Mike Conway y el francés Stéphane Sarrazin, con el nipón al volante, y en primer lugar, se quedó sin potencia, por lo que trató de completar una vuelta a muy baja velocidad, pero se quedó detenido en la pista.

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Timo Bernhard, Earl Bamber y Brendon Hartley, en la celebració­n
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El momento en el que el Porsche cruza la meta

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