Descifrar conducta tras malas decisiones alimenticias, la clave
Esfuerzos preventivos, sin efecto por ignorar el fenómeno: experto
Apesar de la gran inversión que ha aplicado el gobierno federal para la prevención de la diabetes, los resultados han sido contrarios porque no se ha logrado descifrar la conducta humana que lleva a las personas a tomar malas decisiones alimenticias, pese a ser conscientes de las consecuencias en las que puede derivar —como son las enfermedades—, dijo en entrevista para MILENIO el doctor Christopher Rhodes Stephens, del Centro de Ciencias de la Complejidad de la UNAM. “Estás enfermedades son el resultado de un conjunto de malas decisiones... que van asociadas con sus costumbres; cómo cambias a una persona de un hábito a otro, es sumamente difícil”, consideró.
El experto, quien participará en la edición de Foros MILENIO sobre diabetes, detalló que “el problema no es que te gusten las frituras y las comas, sino que se haga todos los días”.
También señaló que los mexicanos buscan controlar y equilibrar su alimentación hasta que la enfermedad llega, “entonces hallan el modo para que no empeore; sin embargo, pudieron haberlo prevenido. La situación preocupa hasta que ya es muy tarde. “La genética no se puede cambiar, pero sí la conducta”, destacó el académicos de la UNAM.
Entender la conducta
Ante la situación, un grupo de médicos, físicos, psicólogos, comunicólogos y especialistas de salud pública se concentra en una investigación que ayude a entender este tipo de conductas, que han provocado que los gobiernos estén gastando grandes cantidades sin obtener la respuesta que buscan. Además, para el proyecto también se cuenta con la participación de mentes brillantes, porque “el problema sigue empeorando”, destacó el académico de la UNAM. “Lo que nosotros queremos hacer es desarrollar un mejor entendimiento en temas de multifactorialidad, de lo que sirve y puede convertirse, cómo logras tener información de la cual la gente sea capaz de apropiar; lo que quiero decir es que, por ejemplo, todas las personas saben que está mal comer frituras cada día, todo mundo sabe que es importante hacer ejercicio, pero el punto es que pese a ello no lo hacemos”. Rhodes Stephens indicó que el reto está en que los mexicanos logren cambiar y mejorar sus tendencias alimenticias y de ejercicio, no reducir de por vida “los antojitos”. pero sí saber controlarlos de tal manera que no detonen en una enfermedad como la diabetes o la obesidad.
El académico señaló que se sabe que la primera no es curable, que solo hay que tratar de mantenerla estable y controlarla. También que el problema de la obesidad —por el contrario— sí tiene remedio; sin embargo, el porcentaje de personas obesas que regresan a la normalidad es solo de 5 por ciento o menos de cada 100 personas.
El académico de la UNAM resaltó que la obesidad y la diabetes se convierten en un círculo con consecuencias graves, no solo para la gente que enfrenta el padecimiento, sino para sus familiares que viven todos los días el reto, junto con quien lo padece, pues además deja un rastro genético. m