Evocan a Pitol en su faceta diplomática
El Museo de la Cancillería muestra la labor del escritor veracruzano en el Servicio Exterior
De todos los reconocimientos que se le han hecho a Sergio Pitol desde que celebró sus 60 años, en 1993, su labor diplomática había sido poco atendida. Por ello, en el homenaje nacional que se le brinda ahora resultaba muy importante destacar un trabajo que el escritor desarrolló “con tanta pasión y a un nivel tan destacado”, dijo Héctor Orestes Aguilar, uno de los curadores de la exposición Pitol: viajes, letras, mundos.
La muestra, que será inaugurada esta noche en el Museo de la Cancillería, presenta poco más de 100 piezas, entre fotografías, infografías, publicaciones y documentos que reflejan tres pasiones del narrador; si bien se centra en su trayectoria diplomática, también da cabida a otras dos grandes facetas de su trayectoria. “Allí está su vida viajera y todo lo que deriva de su itinerario, de sus periplos personales y de sus estancias en el extranjero en el Servicio Exterior, que son las obras literarias de traducción. Es una ocasión única para conocer tres grandes facetas de la vida de Sergio: su vida como viajero, como diplomático y como traductor, como escritor vinculado siempre a su vida itinerante”, según el también escritor y diplomático cultural.
Los viajes que empezó a hacer Pitol prácticamente desde los 20 años de edad le permitieron conocer autores que no eran representantes de ningún canon central, sino más bien escritores excéntricos, “como el tipo de autor que Sergio se volvió después de sus estancias europeas. “Si hay tres rasgos que definan la literatura de Pitol son su heterodoxia, su excentricidad y su búsqueda de una estética lo
Presentan más de 100 piezas, entre fotografías, infografías, publicaciones y otros documentos
menos rutinaria posible. Por eso me gusta pensar en él como un gran multiplicador cultural: fue uno de los escritores mexicanos que más tiempo, más energía, más inteligencia dedicó a la cultura eslava. “No entendemos con la exactitud necesaria sus contribuciones al conocimiento de una serie de autores eslavos, rusos, polacos e incluso del ámbito cultural de Checoslovaquia, que él tradujo o hizo traducir a nuestra lengua. Fue un gran explorador de literaturas que no estaban en el radar de las editoriales occidentales y descubrió una serie de enclaves que resultaron ser de una extraordinaria pertinencia”, enfatizó Héctor Orestes Aguilar.
Pitol: viajes, letras, mundos se nutre con materiales del acervo histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Ediciones Era y los archivos fotográficos de Difusión Cultural de la UNAM y Literatura del INBA, donde se refleja que Pitol entendía la diplomacia cultural como una obligación profesional, convirtiéndose en un gran difusor de la cultura mexicana en los países en los que sirvió, como Francia, Hungría y las extintas Yugoslavia y Unión Soviética. “Creo que Pitol no era un internacionalista común y corriente, tradicional, sino un profesional de la diplomacia cultural”.
La exhibición abre sus puertas esta noche, a las 19 horas, en el Museo de la Cancillería, República del Salvador 47, donde permanecerá hasta el 10 de agosto. m