Seriamente dañado
El fallecido exjugador de la NFL Aaron Hernández padecía un caso severo de encefalopatía traumática crónica (CTE), afirmó su abogado el jueves, día en que anunció una demanda contra la NFL y los Patriots de Nueva Inglaterra por ocultar los peligros que representa el futbol americano para la salud.
Hernández padecía este problema en el tercer grado, dentro de una escala de cuatro. Entre otros síntomas, puede provocar cambios violentos de humor, depresión y desórdenes cognitivos.
“Se nos dijo que era el caso más severo que habían visto en alguien de la edad de Aaron”, comentó el abogado José Báez.
Hernández se suicidó en abril, a los 27 años, dentro de su celda en la prisión donde purgaba cadena perpetua sin derecho a libertad condicional por un asesinato.
Báez dijo que Hernández había mostrado indicios de amnesia, carácter impulsivo y agresividad, atribuibles a la encefalopatía.
La encefalopatía, que sólo puede detectarse después de la muerte, se ha diagnosticado a personas que formaron parte de las fuerzas armadas, jugaron futbol americano, boxearon o estuvieron sujetas de algún otro modo a traumatismos recurrentes en la cabeza.