Prevalecen las protestas en la frontera con México
Las manifestaciones contra la política de Donald Trump de cero tolerancia a la inmigración irregular tendrán mayor repercusión en la historia de EU que el movimiento de derechos civiles de los 60, aseguró el abogado Carlos Spector al participar en una marcha en la frontera
Hasta mil quinientas personas se han congregado en la frontera entre El Paso y Ciudad Juárez para expresar su repulsa a las políticas de Trump contra los inmigrantes. “Enjaula a Trump”, “No vivimos en Trumpistán”, “Nosotros somos el muro”, “Reúnan a las familias, ellos son soñadores, no criminales”, “Libera a los niños, deporta a los racistas”, “Buscar seguridad no es un crimen”, y “Cero tolerancia a la detención familiar” eran algunos de los lemas impresos en las numerosas pancartas.
Carlos Spector, abogado de inmigración de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, explicó que llevan entre 20 y 30 años luchando como un movimiento nacional que surgió en 1968 con los estudiantes mexicanos huyendo de la represión. “Sin embargo, hoy en día estamos actualizando la lucha histórica que hemos vivido y sufrido porque están encarcelando a niños, están utilizando medidas de otros tiempos. No es la primera vez que encarcelan a niños (...), pero se ha agudizado la situación”, sostiene el abogado.
Explicó que en El Paso hay dos bases militares donde “en una van a llevar a 12 mil familias y a otra van a llevar a 20 mil niños, eso es ya una medida militar contra la comunidad inmigrante. Según Spector, “es la primera vez en la historia de este país que somos parte de un movimiento que ha reunido a las mujeres con el movimiento de la comunidad centroamericana y el movimiento laboral. No hay nada como esto, va a superar el movimiento de derechos civiles de los 60”.
Otro que lamenta el plan para establecer centros de detenciones familiares en bases militares es el director de la organización Casa Anunciación, Rubén García. Casa Anunciación recibe y alberga a los refugiados que llegan a El Paso. “Son muchas políticas que la Administración está tomando que, en efecto, oprimen al inmigrante y al refugiado, pero por extensión, oprimen a la comunidad hispana en el país
[…] El hecho de quitarle los niños a familias, el hecho de que no dejan presentar en el puente a las personas que llegan huyendo, el plan de abrir centros de detención indefinidos para familias enteras, todo eso es sumamente preocupante”, insiste.
Cristina García trabaja para la organización Centro de Apoyo al Inmigrante, en la que ayudan a los migrantes a pedir asilo, en los procedimientos ante la corte, a la reunificación. “Ya basta a la separación de familias, ya basta a la detención y a la criminalización del inmigrante. Porque hay muchas personas que no tienen antecedentes criminales, no tienen antecedentes migratorios, y están siendo detenidos, están siendo separados, están siendo traumatizados por nuestro gobierno federal”, indica la activista.
Gabriela Castañeda es una activista cuyo esposo fue deportado hace cuatro años. Todos los fines de semana lleva a sus hijos al puente, ellos son ciudadanos de Estados Unidos y pueden pasar, para que vean a su padre. “Mi historia es una historia de separación familiar”, defiende Castañeda.
“Están encarcelando a niños, están utilizando medidas de otros tiempos”
Carlos Spector, abogado