LA REALIDAD:
Magali Gamba, una treintañera argentina, se encuentra atenta mientras la obstetra tantea su vagina y le pregunta: “Esto está muy pegado, está difícil sacarla, ¿quién fue el bestia que te hizo la anterior cesárea?”.
Al final sacan a su hija con una segunda cesárea, se la muestran de lejos y se la llevan rápidamente para darle leche de fórmula. La obstetra se despide diciéndole: “Tenías razón, tu bebé tiene 39 semanas, no 41 como se pensaba”. La operación fue innecesaria.