A 10 METROS DEL INFIERNO
Familia narra la angustia vivida al verse rodeada por el fuego durante el incendio forestal en la Sierra de Arteaga
Hermelinda Ramírez vende empanadas, tamales y vino de manzana en las orillas de la carretera a “La Carbonera”, antes de llegar a “Piedra Blanca” y “Las Copetonas”, lugar donde la semana pasada iniciara un incendio forestal que consumió 800 hectáreas.
La casa que construyeron ella y su esposo Leopoldo Flores quedó en medio del fuego, a escasos 10 metros de distancia de convertirse, al igual que miles de pinos, en ceniza.
La familia de Hermelinda narra la experiencia de haber estado rodeada por el fuego y las posibles causas de la tragedia que consumió miles de árboles de más de 70 años de vida.
Añadieron que el poste eléctrico que comenzó con el incidente fallaba desde hace mucho tiempo; ya habían reportado que “hacía chispa”. Ellos viven a menos de un kilómetro de esas instalaciones eléctricas.
Doña Hermelinda cocinaba lo que iba a vender el domingo cuando vio el humo a lo lejos. En seguida le dijo a don Leopoldo que checara de dónde provenía; después de unos minutos se dieron cuenta que del poste en cuestión.
“Cuando comenzamos a ver ese humo yo estaba cocinando las empanadas. Le dije a mi esposo: ‘ve, asómate. Agarra la camioneta y asómate’. Después le pregunté por radio (en el lugar no hay señal para celular) de dónde venía el humo y me dijo: ‘Es el poste que siempre hace chispa, ahí está la lumbre’”, recuerda.
La familia asegura que ya habían reportado la falla a la Comisión Federañ de Electricidad y sí habían acudido a arreglarlo, pero el poste seguía fallando.
Después de observar el fuego hablaron por radio a su “patrón”, que en ese momento se encontraba en Arteaga, para que él avisara a Protección Civil y Bomberos; al principio pensaron que se trataba de una broma.
A 10 METROS DE SU CASA
Don Leopoldo dijo que a escasos 10 ó 15 metros el fuego pasó cerca de su casa. Su hijo Ernesto le ayudó a soltar a los animales amarrados que tiene en su corral e intentaron sacar varias cosas de la casa, como ropa y escrituras.
Ellos dos junto con varios vecinos, intentaron apagar llamas con tinas de agua; veían inminente la llegada del fuego.
Una de las cosas que mantuvo lejos al fuego, dicen, es que los caballos y vacas comían el pasto del perímetro de la casa, así que no había nada qué consumir.
Doña Hermelinda recuerda lo importante del área y confiesa que lloró al observar que se quemaron las montañas. Ellos nacieron en ese lugar y nunca se han mudado.
“Yo lloro. Se nos quemó mucha parte de rancho... está triste todo. Yo le digo a mi esposo que le pida a los de Protección Civil un garrafón de agua, para tomar, al menos.
“Tenemos lo necesario, pero para tomar no. El pozo de donde sacamos agua no funciona porque se quemó el motor”, dice llena de desesperanza.
Don Leopoldo y Hermelinda no recuerdan ningún suceso similar desde que tienen memoria, solo algunos incendios aislados. “Ni en la época de mis abuelos”, agrega.
CAMPAMENTO
En el campamento, el encargado de seguir con la supervisión de la zona, señaló que durante estos días se terminará ya por completo el fuego; el domingo por la mañana 60 brigadistas hacían exploraciones para extinguir los brotes.
“El incendio tenía lo indispensable para que surgiera y se mantuviera: calor, oxigeno, viento y combustible”, señaló Félix Durón Gaona, coordinador de la Secretaría de Medio Ambiente.
El titular de la Dirección de Protección Civil en el Estado, Juan Francisco Martínez Ávalos, informó que del total de las personas que viven cerca de donde ocurrió el incendio en la Sierra de Arteaga, ninguna estuvo en riesgo.
Informó que aunque sí hubo demasiado humo en la zona, éste fue el único padecimiento o molestia que pudieron haber tenido los habitantes de los cinco poblados inmediatamente aledaños a la zona del desastre.
Martínez Ávalos señaló que desde las primeras horas, habitantes del poblado “Las Copetonas” fueron auxiliados para moverse hacia el oriente mientras pasaba el humo que rezagó el incendio durante las primeras horas.
Protección Civil Estatal trabajó en la evaluación del riesgo de los poblados de El Tizne, Teotepec, Las Copetonas, El Tunal y Los Lirios, por lo que desde un inicio quedó descartada la evacuación.
Además, explicó que el lugar donde se mayormente se trabajó fue frente al poblado El Tunal; sin embargo, también se descartan daños a personas.
Asímismo, expresó que hasta este momento no se tiene algún dato de que el video que circula de las cabañas incendiadas, e incluso, la oficina se puso en comunicación con Protección Civil de Nuevo León, quienes les mencionaron que tampoco conocían el dato.