Olimpia, por el sorteo y ante la ausencia del equipo de Alianza Lima (Perú), llegó directamente a las semifinales, que la liquidó ante Millonarios de Colombia con un contundente 5-1 en el partido de revancha después del empate sin goles en lo que fue el e
que tuvo su arranque oficial como finalistas de la primera Copa Libertadores. El primer partido final el 12 de junio, en Montevideo, con victoria charrúa 1- 0, con gol de Spencer y en ese juego fue expulsado Juan Vicente Lezcano. En el desquite, el 19 de junio, en Asunción, Olimpia se adelantó con tanto de Hipólito Recalde, pero empató Luis Cubilla, gol que le concedió al equipo uruguayo ganar la primera Copa Libertadores. Y que historia con Cubilla, quien 19 años después le dio al cuadro Decano de nuestro fútbol la primera Copa Libertadores frente a
Boca Juniors.
La final generó un enorme entusiasmo en muchísimos paraguayos y una caravana de colectivos viajó a Montevideo para aquella primera definición copera. Los aficionados olimpistas volvieron cuestionando fuertemente al árbitro chileno Carlos
Robles por su desacertada y perjudicial gestión en la expulsión de Lezcano.
Los paraguayos reaccionaron contra el juez chileno y llamaron la atención (según pasionfutbol.com) las declaraciones del secretario de la Confederación Sudamericana, el paraguayo Lydio
Quevedo. “Se olvidan que tienen que ir el domingo próximo a Asunción”, tituló “El País” de Montevideo un recuadro en el que se recogían las expresiones de una de las máximas autoridades de la Confederación. Quevedo finalizó afirmando que “de ninguna manera el próximo domingo dirigirá la brega el juez chileno”. Y como lo vaticinó, el chileno fue suplantado por el argentino José Praddaude secundado -de acuerdo a lo que indicaba el reglamento-, por los paraguayos Dimas Larrosa y José Ramírez Álvarez.