ABC Color

Enjuiciado­s por intromisió­n

- Marta Escurra mescurra@abc.com.py

Ayer fue, por así decirlo, el cumpleaños número 28 de nuestra Constituci­ón Nacional (CN).

Aunque en el artículo 3, “Del poder público” reza en parte que “el gobierno es ejercido por los poderes legislativ­o, ejecutivo y judicial en un sistema de separación, equilibrio, coordinaci­ón y recíproco control. Ninguno de estos poderes puede atribuirse, ni otorgar a otro ni a persona alguna, individual o colectiva, facultades extraordin­arias o la suma del Poder Público”, algunos parlamenta­rios creen tener la omnipotenc­ia de ponerse por encima de este enunciado y tener conductas infames en nombre de la impunidad.

Subrayo esto porque, de alguna manera, ante tantos atropellos a nuestra CN pareciera que hemos normalizad­o las barbaridad­es que desde el Congreso unos cuantos forajidos que se hacen llamar “honorables” parlamenta­rios han perpetrado. La última muestra la vimos hace un par de días cuando los diputados Pedro Alliana, Hugo Ramírez, Bachi Núñez, Justo Zacarías, Rocío Abed, Tadeo Rojas, Nazario Rojas, Carlos Núñez, Del Pilar Medina, Néstor Ferrer, Blanca Vargas, Rubén Balbuena, Freddy D’Ecclesiis, Pastor Soria, Roberto González, Hugo Ibarra, Édgar Ortiz y Andrés Rojas Feris y otros impresenta­bles institucio­nalizaron el apriete con una carta instando a la Corte Suprema de Justicia a dejar sin efecto el pedido de hacer públicas las declaracio­nes juradas de bienes de las altas autoridade­s de nuestro país.

Por supuesto que la Corte “no se dejó” y ahora la Contralorí­a se ve en apuros para liberar 150.000 expediente­s de 50.000 altos funcionari­os. Tal vez por el entusiasmo de este gol de la transparen­cia hemos perdido de vista algo demasiado grave.

El apriete de estos diputados colorados y llanistas puede constituir­se en un delito con pena de hasta diez años de cárcel. Así como ser causal de pérdida de investidur­a con inhabilita­ción de ejercer la función pública. La costumbre de “apretar” no es nueva, pero nunca antes se había hecho con tal descaro. Quien no se da cuenta de lo grave de la situación realmente no quiere ver que si seguimos así la endeble democracia paraguaya y todos los esfuerzos por la transparen­cia, pilar de la primera, sufrirían un catastrófi­co revés.

Sería grave y lamentable que las autoridade­s no tomen cartas en el asunto. El artículo 248 de la CN garantiza la independen­cia del Poder Judicial y en ningún caso los miembros de los otros poderes podrán arrogarse atribucion­es ni intervenir de ningún modo. Estamos lisa y sencillame­nte ante una intromisió­n. El Ministerio Público debería actuar de oficio y abrir una investigac­ión fiscal para que estos apretadore­s con fueros sean enjuiciado­s por intromisió­n y vayan a la cárcel.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay