Ganamos en transparencia, pero ¡ahora falta justicia!
Todavía son pocas las declaraciones juradas de bienes y rentas (DD.JJ.) del sector público que van revelándose a través de los medios de comunicación y con datos de la página de la Contraloría General de la República. Con lo poco que ha empezado a salir, la ciudadanía está reaccionando con indignación ante lo que hace suponer desfachatados robos que están saliendo a la luz. Y decimos desfachatados porque estos ladrones, pese a no ser de poca monta, son de pocas, tan pocas luces, que ni siquiera supieron maquillar en forma sus DD.JJ. Es el hedor del pozo ciego descubierto lo que repugna, mientras de a poco vamos tomando conciencia de por qué intentaron –hasta último momento– seguir ocultando sus declaraciones bajo siete llaves. Hemos ganado la transparencia, tras décadas de andar a ciegas, pero lo más importante es que ¡aún falta justicia! La transparencia sin justicia es nada. La justicia está secuestrada por la misma gente agavillada en la cueva de la delincuencia.