Reiterado robo de “choclo” perjudica a maiceros
“No sé si vale la pena seguir cultivando maíz si van a entrar con camionetas a mi parcela para llevar sistemáticamente casi toda mi producción, así no se puede trabajar”, lamentó frustrado Virgilio Alfonso, agricultor de la zona de Yatytay, Itapúa, según el reporte de la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
El productor dijo que cuenta con 10 hectáreas de cultivo mecanizado y no puede cosechar tranquilo, ya que sus vecinos de la colonia San Rafael entran permanentemente a su parcela y roban grandes cantidades de mazorcas en estado de choclo para vender. “Hace unos días fuimos a empezar los trabajos y vimos que salieron 20 personas de los maizales. Eso no es nada, ya que normalmente entran con camionetas o camiones pequeños y llevan mucho volumen”, denunció. Comentó que ya no sabe si volverá a plantar maíz ante esta situación, ya que el maíz deja de ser rentable con la disminución de los rendimientos por robo, y eso perjudica mucho a los productores de varias zonas del país. “Trabajar la tierra requiere de una gran inversión y mucho esfuerzo, y todo va al tacho cuando nos perjudican de esta forma”, indicó.
Alfonzo relató que empezó hace unos años a cultivar maíz y soja en tres hectáreas, con azada y machete, pero con el tiempo amplió y pudo emplear maquinarias para agilizar los trabajos. “Necesitamos seguridad en el campo. No podemos seguir teniendo miedo en nuestra propia tierra”, indicó.
Pérdidas por tormenta
En otro orden, el informe de la Unión de Gremios de la Producción añade que la tormenta del pasado martes destruyó algunos cultivos de maíz y otros rubros, en varias zonas: Hernandarias, Iruña y otras. Los vientos fuertes tumbaron muchas plantaciones, pero aún no se puede precisar cuántas hectáreas se dañaron.
Pérdida general del 30%
Por otra parte, según los datos preliminares de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas, la cosecha nacional de maíz zafriña, que está en curso, tendría una merma de alrededor de 30% respecto a la cosecha anterior, sobre un área de 850.000 hectáreas, debido a la sequía. Se aguarda la colecta de unas 3.500.000 toneladas, lo que arroja una media de 4.117 kilogramos por hectárea.