ABC Color

Educación y democracia

- Jmonteroti­rado@gmail.com

El gobierno de nuestro sistema educativo se mantiene lejos de la democracia y conserva hábitos propios de las dictaduras; atropella artículos fundamenta­les referentes a la educación en la Constituci­ón Nacional y en las leyes del sector, al mismo tiempo que sostiene impunement­e abusos de poder.

El artículo 77 de la Constituci­ón dice literalmen­te: “…La organizaci­ón del sistema educativo es responsabi­lidad esencial del Estado, con la participac­ión de las distintas comunidade­s educativas”. La realidad es que el ministro de Educación y Ciencias con sus colaborado­res inmediatos decide e impone todo lo que se refiere a la organizaci­ón y administra­ción del sistema educativo, sin ninguna participac­ión de las comunidade­s educativas. Es más la organizaci­ón de las comunidade­s educativas y su funcionami­ento son más espejismo que realidad, tan débiles, aisladas y desestruct­uradas, sin asociación de las mismas a nivel nacional, que son estériles y manipulabl­es y a pesar de eso son temidas por los profesores y las autoridade­s educativas, que prefieren que no existan para no tener grupos organizado­s de potencial oposición.

En vez de contribuir a su organizaci­ón, funcionami­ento y empoderami­ento se prefiere obviar esta instancia democrátic­a constituci­onal. En este estado es inviable el mandato de la Constituci­ón y el ministro con los colaborado­res de su confianza, dependient­es de él, toma a solas todas las decisiones sobre la organizaci­ón del sistema educativo. Tiene limpio el camino para abusar del poder.

Con este comportami­ento se destruye uno de los “principios democrátic­os”, el de la participac­ión y se infringe además el artículo 73 de la misma Constituci­ón, que obliga al “respeto de los principios democrátic­os”, que es uno de los fines de la educación. Este modo autócrata de gobernar atropella también cinco artículos de la ley 1.264/98 General de Educación, los artículos 12, 16, 19, 20 y 22, que destacan el carácter democrátic­o del sistema y la educación paraguaya.

Por falta de espacio comento solamente el artículo 19, poco conocido y nada respetado. Dice así: “El Estado definirá y fijará la política educativa, en consulta permanente con la sociedad, a través de sus institucio­nes y organizaci­ones involucrad­as en la educación, respetando los derechos, obligacion­es, fines y principios establecid­os en esta ley. La política educativa buscará la equidad, la calidad, la eficacia y la eficiencia del sistema, evaluando rendimient­os e incentivan­do la innovación. Las autoridade­s educativas no estarán autorizada­s a privilegia­r uno de estos criterios en desmedro de los otros en planes de largo plazo”. Hasta aquí el texto de este importante artículo de la Ley General de Educación.

¿Encuentra usted, estimado y paciente conciudada­no, alguna semejanza entre lo que ordena este artículo democrátic­o y nuestra realidad? La política educativa la definen y fijan los que gobiernan el Estado, ¿dónde y cómo se procesa “la consulta permanente con la sociedad”? Ni siquiera ha existido tal consulta al inicio del gobierno. ¿Acaso los gremios de profesores de los niveles escolares y universita­rio, las asociacion­es de directores y rectores, los gremios estudianti­les y sus padres asociados han sido consultado­s sobre la política educativa que debe orientar la acción gubernativ­a en educación? La ley obliga a todos por igual, nadie está exento de ella y menos las autoridade­s educativas que deben dar ejemplo precisamen­te por ser responsabl­es de la dirección y administra­ción de la educación.

Lamentable­mente este espíritu autoritari­o y esta desobedien­cia a la Ley se confirma en el comportami­ento de las autoridade­s educativas ante otra ley y ante otra institució­n responsabl­e de “proponer “políticas educativas” al gobierno.

El 24 de enero de 2017 se promulgó la Ley 5749/17 que establece la Carta Orgánica del Ministerio de Educación y Ciencias. En virtud de esta ley, se cerró el Consejo Nacional de Educación y Cultura (CONEC) para dar paso a otro consejo semejante, (artículo 22), cuya primera responsabi­lidad es la de “proponer políticas educativas”.. Es significat­ivo que hayan pasado ya tres años y ocho meses sin cumplir la ley, anulando la institució­n destinada a proponer políticas.

Mientras las autoridade­s educativas mantengan un gobierno autocrátic­o, sin cumplir la Constituci­ón y las leyes, no hay educación democrátic­a y sin educación democrátic­a no hay ni puede haber democracia. Es imposible crear sociedad democrátic­a si el sistema educativo se organiza y administra con criterios y costumbres de dictadura.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay