Reino Unido y UE intentan evitar una ruptura total
BRUSELAS (AFP). Los principales negociadores comerciales de la Unión Europea y del Reino Unido se reunían ayer en Bruselas para tratar de evitar una ruptura total, después que Londres cuestionó varios de los términos del brexit.
En medio del creciente temor de una ruptura sin acuerdo a fines de este año, un portavoz de la UE insistió en que Bruselas negocia de buena fe, rechazando las acusaciones del primer ministro Boris Johnson, quien afirmó que el bloque había amenazado con “bloquear” los alimentos que se dirigen a Irlanda del Norte.
Los negociadores se reúnen mientras en Londres Johnson se niega a retroceder de la controvertida ley impulsada por su gobierno y que según admisión de funcionarios británicos violará el derecho internacional.
La ley propuesta, que anula partes del tratado del Brexit relacionadas con el comercio en Irlanda del Norte, tiene potencial para dinamitar las conversaciones comerciales, ya estancadas.
Johnson defiende su proyecto de ley para regular el mercado interno tras el Brexit entre críticas de la UE y de la oposición política y dimisiones en su equipo legal, en desacuerdo con un texto que viola la legislación internacional.
En una comparecencia ante la Comisión de enlace de la Cámara de los Comunes, Johnson adujo que la ley es necesaria para blindar “la integridad territorial” del Reino Unido ante una “interpretación extrema” del Acuerdo de retirada suscrito con la Unión Europea (UE) el pasado enero.
La oposición al polémico proyecto de ley del Mercado interno del Reino Unido ha motivado la dimisión de dos miembros del equipo legal del Gobierno, Jonathan Jones y Richard Keen, abogado del Estado para Escocia, tras admitir el Ejecutivo que socava el protocolo destinado a evitar una frontera física en la isla de Irlanda al fin del periodo transitorio, el 31 de diciembre.
El protocolo para Irlanda del Norte, que se aplicaría solo si no hay un pacto al final de periodo de transición, pretende evitar controles fronterizos entre las dos Irlandas. Para ello, contempla que la provincia británica se mantenga dentro del mercado único europeo para bienes junto con la República de Irlanda (en la UE), lo que implica crear un sistema de controles con el resto del Reino Unido: uno de los aspectos clave que el Gobierno de Johnson quiere alterar.
La presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, volvió a recalcar a Londres que no puede “unilateralmente” cambiar o incumplir el acuerdo del Brexit y recordó las palabras de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher de que su país “no rompe tratados”.