Osiris regresa con datos históricos
WASHINGTON (AFP). La sonda espacial Osiris-Rex de la NASA logró almacenar en una cápsula hermética piedra y polvo del asteroide Bennu recogidos la semana pasada, después de que un fallo pusiera en riesgo la misión.
Un pedazo de esta roca es primordial ya que fue testigo de toda la historia de nuestro sistema solar y servirá para las próximas generaciones de descubrimientos científicos.
Bennu se encuentra a más de 320 millones de kilómetros de la Tierra y la sonda llegó al asteroide tras un trayecto de más de cuatro años, ya que fue lanzada en septiembre de 2016 de Cabo Cañaveral.
La Osiris-Rex llegó a Bennu el 3 de diciembre de 2018 y empezó a orbitar el asteroide el 31 de ese mismo mes.
“Hemos terminado esta operación con éxito”, dijo Rich Burns, el director de ese proyecto de la NASA.
El brazo colector de la sonda había recogido un gran volumen de polvo y fragmentos rocosos durante un contacto de unos segundos la semana pasada con Bennu. Pero días después se descubrió que el compartimento colector no cerraba correctamente y los fragmentos escapaban al espacio, poniendo en peligro toda la misión lanzada en 2016.
En un procedimiento de emergencia, el brazo transfirió su carga en una lenta operación (alrededor de 36 horas) a la cápsula fijada al centro de la sonda, y la tapa de la cápsula se cerró con éxito, según imágenes de alta calidad transmitidas por Osiris-Rex.
“La abundancia de materias recogidas en
Bennu justifica nuestra decisión de avanzar el almacenamiento”, declaró Dante Lauretta, de la Universidad de Arizona y jefe del proyecto.
El proceso durará varios días, según la
NASA, ya que no será totalmente automatizado como las operaciones precedentes. Después de cada etapa, la sonda enviará a la Tierra informaciones e imágenes para que los científicos verifiquen que el brazo está alineado y que ninguna partícula bloquea la operación de carga.
Osiris-Rex partirá de Bennu en marzo de 2021, y aterrizará el 24 de septiembre de 2023 en Utah, Estados Unidos.