El desafío de ser mamá y trabajar fuera de casa
Dormir poco, arreglarse rápidamente, dar el desayuno a los niños, llevarlos al colegio y llegar al trabajo a tiempo. Esta es la rutina de muchas mamás que deben trabajar fuera del hogar. La sicóloga Graciela Arce nos brindó consejos sobre cómo enfrentar e
Son incontables las mujeres que deben lidiar con las tareas del hogar, la maternidad y su carrera profesional. Es una tarea complicada, ya que a medida que están al tanto del crecimiento de sus hijos, deben tratar de no descuidar sus otros roles. Sin dudas, desde el primer momento la maternidad es un acontecimiento que le da un giro de 180 grados a la vida de una mujer. Luego del parto y la recuperación física de la mamá, viene la difícil etapa de retornar a la rutina laboral tras meses de convivir con su bebé durante todo el día. Además, muchas quedan con depresión posparto, debido a los múltiples cambios físicos y hormonales por los que pasan durante el proceso de gestación y luego del nacimiento del bebé. Para hablar de estos y otros temas, fuimos hasta el consultorio de la sicóloga Graciela Arce, quien nos respondió varias interrogantes relacionadas con la vida de madre.
DEPRESIÓN POSPARTO: A LO QUE LAS NUEVAS MAMÁS SE EXPONEN
“En los primeros días, la mamá se encuentra hipersensible y necesita de todo el tiempo posible para conectarse con su bebé, reconocerlo y retroalimentar el vínculo que se construye con el contacto y el amamantamiento”, explicó la licenciada Arce al referirse a un estado de ánimo muy común entre las mujeres que acaban de dar a luz. Esta etapa se conoce popularmente como depresión posparto, la cual se produce por un cambio profundo
en el estado de ánimo de la mujer, ya que su persona pasa a un segundo plano. Esto la lleva a tener que tolerar, por ejemplo, la frustración que podría producirle el cambio de su cuerpo, al que le llevará un tiempo reacomodarse. “A esto se suman las pocas horas de sueño que tienen las madres, porque el bebé requiere atención con su alimentación e higiene. En este tiempo debe aprender a reconocer el lenguaje de su niño, sus llantos y sus tiempos”, manifestó. Algunos de los síntomas de este periodo son: tristeza, fatiga, irritabilidad, insomnio y pérdida de apetito. Ante estos indicios, lo más recomendable es buscar un tratamiento sicológico, ya que puede llegar a durar años si no se recibe atención profesional adecuada.
VUELTA A LA RUTINA: LO MÁS DURO
La sicóloga Arce indicó que el periodo más complicado para una madre es el primer desprendimiento, que se produce cuando debe volver al trabajo tras el permiso de maternidad. “La primera separación de la madre y su bebé resulta difícil, ella lo deja al cuidado de otras personas y además debe mantener la concentración en sus tareas laborales”, acotó. Por otro lado, indicó lo importante que es cumplir el permiso de maternidad establecido por la ley, ya que durante ese tiempo el bebé requiere la atención de la madre, para el amamantamiento y otros cuidados. En nuestro país son otorgadas 18 semanas.
¿Cómo pueden hacer para que la primera separación de sus hijos no sea tan dura?
- Cuando la madre retorna al trabajo, debe dejar todo organizado como para que su ausencia sea lo menos traumática posible. Además, es imprescindible estar acompañada por el padre de la criatura. Ellos tienen la misma responsabilidad y el mismo compromiso, exceptuando el amamantamiento. El modo en que se organice dependerá de los apoyos externos y de las condiciones económicas de la familia.
¿A qué se exponen las mujeres que no logran manejar el trajín del día a día?
- Como tienen la exigencia de ejercer todos sus roles con la mejor predisposición, esto supone un alto nivel de estrés, el cual será resuelto de mejor o peor manera según como ella y su entorno se organicen. Además, si las condiciones son muy abrumadoras, podrían caer en la depresión prolongada.
¿Estas situaciones pueden alcanzar a los demás miembros de la familia?
- El estrés de un miembro de la familia puede afectar a los demás. Dependerá de cómo afrontan los padres las situaciones de cambio que atraviesan. Es necesario ponerle palabras a lo que sucede en la casa y la familia, haciendo entender a los niños la nueva situación, sin exagerarla. El modo en que se viva este nuevo momento permitirá el crecimiento sicológico de todos.
¿De qué forma deberían actuar las mujeres que tienen responsabilidades laborales y luego tienen que estar pendientes de sus hijos?
- Deben aprender a lidiar con sus tiempos y no sentirse imprescindibles en la vida de sus hijos. Muchas tareas pueden delegarse a otras personas de confianza sin dañar la salud mental de los chicos. Es fundamental recalcar que la calidad de tiempo otorgado al niño es lo que más cuenta; no basta estar en la casa solamente, es prestar atención a ese bebé a medida que crece y compartir momentos en familia.
Entonces, ¿está bien que la madre se dedique a sus labores, dándole el espacio a sus hijos?
- Sí, la separación de la madre de su hijo es necesaria, ya que permite el desarrollo y autonomía del mismo; porque se rompe la simbiosis existente en ese vínculo. Ese chico debe aprender a socializar lentamente con el entorno; también adquieren notoriedad en su vida sus demás vínculos.
¿Qué factores podrían ayudar o alivianar la pesada rutina de las madres?
- La ayuda externa y saber que ella no es imprescindible en todo momento. Que su hijo está bien cuidado y que es bueno que también se relacione con otras personas. Debe asegurarse de que esa ayuda sea confiable.
¿Otras recomendaciones que pueda dar a las mujeres que están lidiando con los inconvenientes laborales y la maternidad?
- Es importante que la mujer vaya retomando lentamente sus demás espacios y relaciones sociales. También debe ir enfocándose en su arreglo personal, el cuidado de su cuerpo y reeducar a su entorno para que cada miembro de la familia asuma el compromiso que le corresponde; lo importante es no dejarse estar tanto física como emocionalmente. Además, no se puede pensar que ella sola pueda con todo. Siempre debe haber quien acompañe este tiempo. Un padre involucrado (conviva o no con la madre) debe asumir su compromiso paterno, lo que aliviana bastante a la mujer en el cuidado y tiempo otorgado a ese niño/a, con el valor agregado de ser positivo.